En el proceso, que incluye cuatro homicidios y 242 privaciones ilegales de la libertad de personas que en su mayoría siguen desaparecidas, también figuran como imputados otros cinco represores del régimen que gobernó Argentina de 1976 a 1983.
A Olivera, considerado uno de los mayores responsables de la represión ilegal en Buenos Aires, se le imputa la desaparición del escritor argentino Haroldo Conti y de los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, entre otro.
El resto de los acusados por un total de 154 secuestros durante la dictadura son los generales Rodolfo Enrique Wehner y Teófilo Saá, además de los coroneles Humberto José Lobaiza, Felipe Jorge Alespeiti y José Menéndez.
Por decisión del Tribunal Oral Federal 5, en la primera etapa del juicio declararán cientos de testigos de casos que involucran sólo a Olivera, el principal imputado y que fue segundo comandante del Primer Cuerpo del Ejército argentino.
El general retirado, de 82 años y quien está libre al igual que los otros cinco acusados, tuvo que acudir a la audiencia en la que se le leerán los cargos contra él.