Todos los pasajeros deben pasar por un arco, que determinará sin contacto su temperatura corpórea. La medida, que ya regía para los vuelos procedentes de América del Sur y del Norte, fue impuesta después de que la víspera fuera ingresado preventivamente un pasajero llegado de España, que tenía fiebre.
“Ha sido hospitalizado para descartar la gripe A”, señaló anoche Guennadi Oníschenko, el jefe sanitario de Rusia.