La Comisión Presidencial para el Buen Gobierno afirma que así podrá conseguir fondos para financiar los presupuestos estatales y espera conseguir un buen precio con ellas, dada la fascinación que muchos coleccionistas todavía mantienen sobre Imelda.
Se trata de collares, sortijas y otras joyas acumuladas por la ex primera dama durante el periodo de 21 años que su marido Ferdinand gobernó con mano de hierro Filipinas, y que ella se llevó al exilio en Hawai (EEUU) tras la caída del régimen en 1986.
Parte de la colección se halló en el palacio presidencial de Malacañang, otras piezas fueron decomisadas a la llegada de los Marcos a Hawai, y el resto se intervino a un ciudadano griego que intentó sacar ilegalmente el cargamento del país en los años 90.