Zaragoza 0
—Gimnástic—Rubén, Campano, Mairata, Tortolero, Mingo; Redondo, Bauzá, Gibanel, Diop (Jandro, m.72), Antonio López (Alba, m.59) y Moisés (N'Gal, m.79).
—zaragoza—López Vallejo; Chus Herrero (Pignol, m.79), Ayala, Pulido, Paredes; Arizmendi (Caffa, m. 63), Hidalgo (Gabi, m.79), Zapater, Jorge López; Ewerthon y Oliveira.
Árbitro: Armando Raúl Afonso Suárez, del Colegio Canario. Mostró cartulinas amarillas a Oliveira, Hidalgo, Diop, Mingo y Jorge López.
Incidencias: Partido disputado en el Nou Estadi de Tarragona ante unos 8.000 espectadores.
Gimnástic y Zaragoza se repartieron los puntos (0-0) en un partido en el que los aragoneses pusieron el fútbol y las ocasiones de gol ante un equipo, el de Ferrando, que se limitó a defenderse de la embestida aragonesa.
El portero local Rubén Pérez se erigió como máximo protagonista del partido, al salvar hasta cinco ocasiones claras de los hombres de Marcelino.
El partido se inició sin un claro denominador, sin fútbol y sin llegadas. Como mucho un par de aproximaciones del conjunto local, pero siempre sin peligro para la portería de López Vallejo. El juego estaba marcado por las imprecisiones en el pase y por el pelotazo, eso sí, con mucha intensidad por parte de ambos conjuntos pero sin fútbol.
El primer disparo, aunque no entre palos, llegó casi a los veinte minutos de juego, con una jugada personal de Oliveira que controló en la frontal del área y lanzó un zurdazo que se fue desviado a la derecha de Rubén. El Nástic lo intentó acto seguido por medio de Diop, que lanzó una vaselina desde lejos que se fue por encima de la portería.
La ocasión más clara de la primera media hora fue para el Zaragoza. Ewerthon recogió el balón en la izquierda e hizo una jugada personal para plantarse en la frontal. Su pase fue desviado por un defensa y así llegó claro a Arizmendi, que remató de cabeza para que Rubén se luciera, desviando a córner.
Sin embargo, el gol casi llega del lado local, tras un lanzamiento de esquina que Hidalgo sacó sobre la línea de gol. Pese a la ocasión el Nástic se mostraba muy espeso y sin ideas.
En la reanudación el Zaragoza, sin jugar bien, salió decidido a sentenciar el partido a su favor, y fue quien llevó el peso del encuentro. El Nástic se defendía bien e intentaba salir con velocidad a la contra.
El partido se fue convirtiendo poco a poco en un asedio visitante y parecía que el gol del Zaragoza era cuestión de tiempo. Pero el marcador no se movió y el juego se fue diluyendo hasta el final del encuentro.