Zelaya llegó a Las Manos procedente del municipio nicaragüense de Ocotal, provincia de Nueva Segovia, a 225 kilómetros al norte de Managua, donde pernoctó tras fracasar por segunda vez en su intento de entrar a su país, después del golpe militar el 28 de junio pasado, según constató Efe.
El derrocado gobernante, que es acompañado por el canciller venezolano, Nicolás Maduro, sus más cercanos colaboradores y cientos de seguidores, llegó al puesto fronterizo ataviado con una camisa blanca, su acostumbrado sombrero vaquero y un megáfono en la mano.
“Fuera (Roberto) Micheletti, fuera Micheletti”, gritaba un eufórico Zelaya a través del megáfono, mientras era coreado por sus seguidores.
El derrocado gobernante anunció que instalará campamentos en Las Manos, en el lado nicaragüense de la frontera, a la espera de sus compatriotas y su familia, antes de retornar a Honduras.
Asimismo, indicó que organizarán un movimiento, integrado por organizaciones sociales y populares, campesinos, indígenas, entre otros, que llegarán hasta Las Manos, procedente de Honduras, para retornar a su país.
Zelaya dijo que se mantendrán “firmes” y que los golpistas no les vencerán, porque “el pueblo hondureño no se humilla ante nadie, ni puede vencerse ni ante los fusiles ni ante ningún dictador”.
“Nunca vamos a aceptar un presidente que pongan los militares. No aceptamos un presidente que lo nombre un Parlamento”, en alusión a Roberto Micheletti, nombrado mandatario por el Congreso.