La inmigración y el compromiso de pedir al G-20 que se impida la especulación con el precio de las materias primas fueron dos de los ejes de la XVI Cumbre bilateral que ambos presidieron en la isla de La Maddalena, aunque fueron las relaciones de Berlusconi con las mujeres y con los medios de información las que acapararon buena parte de la rueda de prensa con la que concluyó el encuentro.
A pesar de las diferentes legislaciones con las que España e Italia abordan el fenómeno de la inmigración, tanto Zapatero como Berlusconi prefirieron ayer centrarse en que se trata de un problema común y en que es necesario contar con una política europea.
En opinión de Zapatero, esa política debe ser firme frente a la inmigración clandestina, porque detrás están las mafias que trafican con seres humanos, y tiene que partir del principio de cooperación con los países de origen y del respeto a los derechos humanos.
“Por supuesto que podemos y debemos trabajar de manera conjunta en favor de una política de inmigración ordenada”, manifestó Zapatero, antes de pedir un refuerzo de la agencia europea de control de fronteras (Frontex) y una mayor liderazgo de la UE en las relaciones con el norte de África.
Con estas palabras evitó comentar las críticas que ha recibido la política de inmigración del Gobierno italiano, que ha penalizado la inmigración ilegal y que ha sido acusado de no respetar los derechos de los irregulares que encuentra en aguas internacionales y devuelve a Libia.
Berlusconi rechazó las críticas y negó las acusaciones: “no tenemos nada que aprender de nadie, nos portamos de forma totalmente cristiana y civilizada para el bien de nuestra ciudadanos y de los inmigrantes”.
A su juicio, es necesario distinguir entre los inmigrantes legales y los clandestinos, que cuando no tienen trabajo, dijo, se dedican a la delincuencia y entran en el mundo de la criminalidad organizada.
Zapatero y Berlusconi, que se comprometieron a trabajar juntos por el éxito de la próxima Presidencia española de la UE, coincidieron también en la necesidad de consensuar una posición europea de cara a la cumbre del G-20, que se celebrará en Pittsburg (EEUU) a finales de mes.
Silvio Berlusconi propuso a José Luis Rodríguez Zapatero ir más allá de la regulación del sistema financiero internacional y defender una iniciativa para luchar contra la especulación internacional del precio de materias primas como el petróleo, el acero o los alimentos.
"Soy el mejor presidente de Italia"
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, salió ayer al paso de las preguntas relacionadas con los escándalos sexuales en los que se ha visto implicado con una afirmación: “Soy el mejor presidente que ha tenido Italia en sus 150 años de historia”.
Sus respuestas subidas de tono acapararon la atención durante la rueda de prensa conjunta ofrecida con José Luis Rodríguez Zapatero, ayer en la isla de La Maddalena, al final de la XVI cumbre bilateral.
Berlusconi se definió como el presidente del Ejecutivo de “un país de casanovas y playboys”, incapaz de poner en duda la capacidad de las mujeres para ocupar cargos ministeriales, como se pensó el año pasado tras sus afirmaciones sobre un “Gobierno demasiado rosa” de Zapatero.