La facturación del sector de servicios portuarios cayó un 6,2% en 2020 respecto al año anterior, lo que supone una cifra por debajo de los 3.500 millones de euros, cuando en 2019 se registró un aumento del 0,8%, hasta los 3.625 millones de euros, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa.
Tras una reducción de los volúmenes significativa entre los meses de marzo y mayo de 2020, como consecuencia del impacto del confinamiento para controlar la pandemia en el tráfico portuario, los niveles de demanda experimentaron una progresiva recuperación a lo largo del segundo semestre, pero insuficiente para cerrar el año en positivo.
Según DBK, se estima un moderado repunte en 2021, aunque este ejercicio se situará todavía por debajo de la cifra registrada en 2019.
La manipulación de mercancías, incluyendo estiba y desestiba, carga y descarga, y almacenamiento, concentró la mayor parte del valor del mercado en 2019, un 49,9%, generando una facturación de 1.810 millones de euros.
Por su parte, los ingresos por la actividad de consignación alcanzaron los 1.230 millones de euros, con una participación del 33,9% sobre el total. A continuación, los servicios de remolque supusieron el 11,2%, aportando el resto de los servicios el 5%.
MENOS EMPRESAS Y MÁS CONCENTRADAS
En cuanto a las empresas del sector, el número se situó en unas 440 sociedades a finales de 2019, cifra que viene reduciéndose desde 2008, como consecuencia del cese de actividad o la integración de pymes en grupos de mayor dimensión.
La oferta sectorial ha tendido a concentrarse en los últimos años y se ha reforzado la posición de los operadores líderes, entre los cuales predominan aquellos integrados en grupos empresariales vinculados al sector marítimo.
Junto a ellos, opera un amplio número de pymes especializadas de ámbito local, con actividad en un solo puerto.
De esta forma, los cinco primeros operadores concentraron de forma conjunta el 36% del valor total del mercado en 2019, mientras que si se considera a los diez primeros, la cifra se situó en el 47%.