La nueva oleada de protestas, en recuerdo de aquel suceso, cumplió ayer su tercera jornada. Hasta el momento, unas mil personas, entre ellas cinco españoles, han sido detenidas por su presunta implicación en actos de vandalismo y enfrentamientos con la Policía.
El nuevo Ejecutivo socialista ha dejado claro que respetará el derecho de manifestación pero que no tolerará actos de violencia, saqueo y terror, y ha desplegado una fuerza de más de 10.000 agentes en Atenas.
El portavoz oficial del gobierno, Giorgos Petalotis, lanzó ayer un mensaje de advertencia a los radicales, a los que indicó que “Atenas y las otras ciudades no están sin protección”.