Un total de seis economías europeas, entre ellas España, tienen potencial para acelerar el crecimiento anual de su productividad en alrededor de un punto porcentual hasta 2024, más del doble de la tasa experimentada en la última década, siendo la española del 0,8% anual.
Así se desprende de un informe elaborado por McKinsey Global Institute (MGI) bajo el título '¿Volverán la productividad y el crecimiento tras la crisis de COVID-19?', que analiza el potencial de aceleración del crecimiento de la productividad, con horizonte en 2024, de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España, Suecia y Reino Unido, siete países que representan el 40% del PIB mundial, teniendo en cuenta 5.500 empresas.
MGI ha constatado la "audacia" con la que empresas de todos estos países han respondido a la conmoción que ha supuesto la pandemia a través de acciones que han puesto de manifiesto el potencial de aumento de la productividad, entre las que se incluyen el cambio rápido a los canales digitales, la automatización de la producción de tareas, el aumento de la eficiencia operativa y la aceleración de la toma de decisiones.
Tras determinar que todos estos países tienen potencial para acelerar el crecimiento anual de la productividad en alrededor de un punto porcentual hasta 2024, ha condicionado esta previsión a que la innovación continúe, al tiempo que ha subrayado la necesidad de que la acción empresarial en esta línea se generalice, en el sentido de que más empresas tomen medidas, sobre todo las pymes, que son las que más han sufrido durante la crisis.
Además, ha precisado que el 60 por ciento del potencial de productividad proviene de acciones centradas en el impulso de la eficiencia, como la automatización de tareas, en lugar del crecimiento.
Por otro lado, el crecimiento de la productividad depende de que la demanda sea sólida, ha advertido MGI, que ha señalado el riesgo de que aumente el desempleo o la desigualdad, frenando la demanda.
AUMENTO DEL PIB PER CÁPITA EN 1.500 EUROS
En el caso de España, una aceleración de dicha magnitud representaría un aumento de aproximadamente 1.500 euros en el PIB per cápita para 2024, según las estimaciones de MGI.
Con la pandemia, España ha sufrido la mayor caída del PIB (-11%) y de la inversión (-12,5%) en comparación con 2019 de todos los países analizados, seguida por Italia y Reino Unido, mientras que países como Estados Unidos o Suecia experimentaron descensos del PIB de alrededor del -3,5% y del -3%, respectivamente.
Una mayor proporción de pymes que sus pares puede haber contribuido a un descenso más pronunciado, junto con otros factores como el gran peso del turismo en la economía española, según MGI.
En 2020 las grandes cadenas de distribución en España experimentaron un aumento agregado de los ingresos del 3% respecto a 2019, mientras que las empresas con un solo punto de venta experimentaron un descenso de los ingresos del 8,5%; y las pequeñas cadenas registraron un descenso del 17%, de acuerdo a los datos manejados por MGI.
INNOVACIÓN E INVERSIÓN
El análisis de MGI concluye que, de cara al futuro, por el lado de la oferta, es importante seguir fomentando la innovación, al tiempo que se garantiza su difusión más amplia, considerando que la competencia en los mercados de trabajo y de productos es fundamental.
En este contexto, los trabajadores menos cualificados deben reciclarse para poder avanzar o adoptar el progreso tecnológico y beneficiarse de él con salarios más altos.
Por el lado de la demanda, pone de relieve la importancia de la inversión, tanto por parte de las empresas, que deben estar preparadas para aprovechar las nuevas oportunidades de crecimiento, identificándolas y reubicando rápidamente el capital y el talento, como de los gobiernos, que pueden contribuir invirtiendo directamente o estableciendo normas adecuadas para incentivar la inversión privada.
El 75% de las empresas prevé incrementar la inversión en nuevas tecnologías hasta 2024, según han respondido a la encuesta de MGI, que aconseja además como otras principales áreas de inversión la sostenibilidad, la capacitación de los trabajadores, la I+D, y las infraestructuras, en particular la vivienda asequible.