Abogados han alertado de que más de 2.000 gallegos podrían estar afectados por la "estafa" de los préstamos de aval con coche, después de que juzgados de toda España estén declarando nulos estos contratos por ser contrarios a las leyes.
En concreto, el despacho de abogados Caruncho & Tomé ha puesto el foco en distintas compañías que publicitan en sus páginas anuncios de "liquidez en 24 horas" usando el coche como aval.
"Pero esta publicidad esconde la realidad: los préstamos con aval de coche consisten en un préstamo encubierto a través del cual el propietario del coche obtiene un préstamo rápido y, sin percatarse, entrega al prestamista la titularidad de su coche. Es decir, una venta simulada", han indicado los abogados.
Según ellos, esta práctica está cada vez más extendida en Galicia y en el resto de España. "Según nuestras estimaciones, en la Comunidad calculamos que los afectados pueden superar los 2.000. En los últimos meses hemos presentado un goteo constante de demandas de clientes que se han visto perjudicados por esta práctica que, en definitiva, es una estafa", ha señalado Carlos Tomé, socio director de Caruncho & Tomé.
Él explica que estos préstamos rápidos, de hasta 35.000 euros, se conceden a consumidores de forma inmediata, sin intervención de notario, sin importar si quien lo solicita se encuentra incluido en un fichero de morosos. El único requisito es que esté avalado por el coche.
"El modus operandi es sencillo y muy cómodo para el cliente que solicita el dinero: éste transfiere la titularidad al prestamista y, después, firman un contrato de alquiler de coche con opción de compra, a través del cual, quien había sido el dueño del coche hasta ese momento, puede seguir usándolo a través del pago de una cuota mensual. Además, el importe obtenido por el préstamo encubierto suele ser muy inferior al del precio de mercado del vehículo ofrecido en garantía", ha indicado el bufete.
Asimismo, los contratos de alquiler suelen contemplar que, si el prestatario no paga una cuota, el contrato quedará resuelto, de tal forma que el prestatario perderá, de forma definitiva, la propiedad del coche. "La realidad es que estas empresas se valen de las necesidades económicas de los consumidores para engañarlos y que estos suscriban compraventas de su propio vehículo a cambio de un préstamo en el que el importe que devolverán será muy superior al que le ha sido prestado", ha añadido Tomé.