La Guardia Civil ha investigado a dos hombres de 29 y 34 años como presuntos autores de un delito contra la salud pública por elaboración de droga y de un delito contra la seguridad colectiva por poner en peligro la vida y los bienes muebles de terceras personas, después de que el pasado 27 de marzo presuntamente provocaran una explosión en un piso de Armilla (Granada) cuando estaban manipulando marihuana con gas butano para extraer aceite de hachís.
A consecuencia de la explosión los dos investigados sufrieron graves quemaduras y heridas de consideración por las que tuvieron que ser ingresados en el hospital de Traumatología de Granada. La explosión también afectó gravemente al piso en el que se encontraban los dos investigados y provocó daños a las viviendas colindantes.
La Guardia Civil se incautó de 27 plantas de marihuana, 1,9 kilos de resina hachís, 1,3 kilos de polen de hachís, 1,5 kilos de marihuana, 145 gramos de metanfetamina y de más de 100 botellas populares de gas butano para la recarga de encendedores.
Todo se desencadenó a raíz de que el pasado 27 de marzo por la tarde se produjera una explosión en una vivienda de la calle Teruel de Armilla, donde los expertos del Grupo de Desactivación de Explosivo de la Comandancia de Granada comprobaron que los ahora investigados habían estado manipulando gas butano para la extracción de hachís, se había producido una mezcla explosiva de gas y aire y por causas que se están investigando se produjo una explosión en régimen de deflagración que casi acaba con la vida de los dos presuntos narcotraficantes.
La Guardia Civil abrió una investigación y descubrió que había dos personas responsables, el propietario de la vivienda y un joven que a pesar de sus quemaduras había salido corriendo. Los agentes descubrieron poco después que el fugado finalmente había acudido al servicio de urgencias del hospital de Traumatología. Ambos quedaron ingresados en el hospital, por lo que no ha sido posible investigarlos por los dos delitos de los que se les acusa hasta que han recibido el alta.
El Instituto Armado advierte de que la extracción BHO (Butano Hash Oil) de aceite de hachís con la ayuda de gases solventes como el butano, es una práctica especialmente peligrosa para la integridad del que los está manipulando y para la propia vivienda donde se realiza el proceso porque son habituales accidentes como el que ocurrió en Armilla.
