“Ya está llamando a tu puerta, con los nudillos del alma, lo que tu padre te diera. Yo te lo recuerdo, su nombre: Semana Santa de Huelva”. Con estas palabras, casi al final del pregón de la Semana Santa de Huelva, el periodista sevillano Víctor García-Rayo ponía este domingo al Gran Teatro en pie, que se fusionaba en un largo aplauso con el que correspondía a las sentidas palabras del pregonero, que regaló toda una poesía de amor a la Huelva cofrade y mariana.
El “cofrade de Triana”, como él mismo se autodenominó, hizo un bello recorrido por todas las hermandades de la Semana Santa de Huelva, empezando y terminando con la Virgen. Al inicio, con la Esperanza y la Victoria, las dos reinas de la Semana Santa de Huelva, y para terminar, un guiño a la patrona de los onubenses: “Este pregón se queda con la dueña de la luz, que es la Virgen de la Cinta”.
No dudó el pregonero en mostrar su apoyo a la concesión a Huelva del título de Ciudad Mariana, así como también hizo un alegato del orgullo cristiano: “Revolucionario hoy es ser creyente, dar la cara, cantar tu fe y que te señalen como un surco. Hoy somos revolucionarios por amor”.
Y precisamente toda una declaración de amor es la que realizó a la Semana Santa de Huelva, hermandad por hermandad, aunque con un guiño especial a dos cofradías, El Calvario y Tres Caídas, a las que el pregonero profesa un afecto personal.
Y cómo no, un guiño también a la Huelva marinera y descubridora: “Y por mí que zarpen las tres, como la excelsa Trinidad, como seca está mi alma en este pregón sin tinta. Que zarpen a tierra nueva, que leven anclas en Huelva Santa María y la Niña, y con ellas dos la Pinta”.
