Huelva ha vuelto a gritar NO al cierre de la planta de Celulosa. Los trabajadores llevaban días llamando a los onubenses a sumarse a la marcha que tenían programada para este lunes desde la planta de Ence hasta la Plaza Doce de Octubre de la capital, y la ciudadanía no falló. Desde el primer momento, y sumándose progresivamente a la protesta, miles de personas acompañaron a la plantilla en estos momentos tan duros que atraviesan, con casi 300 puestos de trabajo en el aire y más de 2.000 empleos indirectos afectados.
También se sumó el sector del transporte, otro de los grandes perjudicados por la decisión unilateral y sin negociación previa de Ence. De hecho, casi un centenar de camiones acompañaron a los manifestantes hasta llegar a la Alameda Sundheim, donde se desviaron hacia el puente de Cádiz. Fue uno de los momentos más llamativos, ya que la comitiva se desplazó a un lado para despedir a los camioneros, que mostraron su apoyo a los trabajadores a golpe de claxon.
Numerosos dirigentes, políticos, representantes sindicales y, sobre todo, muchas caras anónimas y familias, todos a una para rechazar un cierre y un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que empezó a negociarse el pasado viernes.
Una vez la marcha llegó a la Plaza Doce Octubre, dos representantes de los trabajadores leyeron un manifiesto en el que recordaron que “la plantilla de Celulosa de Huelva es la más joven de las tres factorías; esto quiere decir que aquí estamos empezando nuestros proyectos de vida, pero nosotros sólo somos 300, y como en la película, pelearemos por mantener todo; esperamos que el final sea distinto”.
También relataron cinco testimonios de trabajadores, “para que vean que son muchas historias, muchas vidas las que dependen de esto de la Celulosa”. Cinco historias distintas pero con un denominador común: “Para todos es la ruina que Celulosa cierre”. Por ello, confían en cambiar la decisión de Ence, porque “son 3.500 camiones de químicos, 14.800 camiones de pasta, 21.700 camiones de biomasa, 49.433 camiones de madera, 250.000 peonadas en selvicultura, más las pequeñas empresas, las que dan servicio, limpieza, montaje...”
Entre los asistentes, estuvo el coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, que abogó por modificar la ley para “endurecer las condiciones de ERE”, y añadió que “Andalucía no se puede permitir perder más puestos de trabajo”.
