Un total de 33 pacientes, cuya salud estaba en grave riesgo o cuya calidad de vida se encontraba muy mermada, ha recibido un órgano que les ha permitido mejorar sus condiciones vitales. Unas cifras que reflejan el incremento en más de un 22 por ciento de las donaciones registradas en Huelva en el año 2015 respecto a los datos del año anterior, gracias a las once donaciones registradas de personas fallecidas y a otros tres donantes vivos de riñón, que han posibilitado 14 trasplantes renales, nueve de hígado, dos de corazón y cinco de pulmón.
Estos datos se han dado a conocer este miércoles, el Día Mundial del Donante de Órganos y Tejidos, y cuyo evento principal ha tenido lugar esta mañana en el Salón de Actos del Hospital Juan Ramón Jiménez, en el que se ha ofrecido un balance de los datos registrados en el último año en la provincia, ha informado la Junta en una nota.
El acto, que ha presidido el delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López, ha contado también con la presencia de los coordinadores de trasplantes de todos los hospitales onubenses, así como de representantes de la Asociación de Pacientes Renales 'Alcer Onuba' y la Asociación Valverdeña de la Enfermedad de Andrade (Asvea), que han querido sumarse a este gesto de homenaje a las familias que han dicho sí a la donación, así como al esfuerzo e implicación de los profesionales del sistema sanitario público que las han hecho posibles.
A su vez, a los trasplantes de órganos hay que sumar también las donaciones onubenses de distintos tejidos para implantes posteriores como son 21 córneas, de las que 12 de ellas han sido trasplantadas directamente por la Unidad de Oftalmología del Complejo Hospitalario de Huelva, así como varias decenas de injertos de otros tejidos --óseo, vascular y valvular--, que suponen importantes beneficios en la calidad de vida de las personas que las reciben.
Se consolida durante el ejercicio 2016 esta tendencia de aumento, teniendo en cuenta que sólo durante los cinco primeros meses del año se han registrado ya siete donaciones, una de ellas procedente de donante renal vivo --cinco en el Hospital Juan Ramón Jiménez y dos en el Infanta Elena--, que han permitido salvar o mejorar sustancialmente la vida de 12 personas, a las que hay que sumar las siete córneas implantadas en lo que va de año en la provincia.
Precisamente la generosidad de la sociedad onubense puede comprobarse también en el aumento espectacular registrado durante los cuatro primeros meses de este año en relación a las donaciones de médula ósea, que han pasado de 826 durante el año 2015 a 1.041 hasta el 30 de abril del presente curso, lo que supone cerca de la cuarta parte de todas las donaciones de este tipo registradas en Andalucía en el mismo periodo.
Dentro del balance ofrecido es necesario destacar también los 20 enfermos renales onubenses que han podido recibir un trasplante el pasado año, tres de los cuales proceden de donante vivo, es decir, fruto de una donación dirigida a una persona concreta, que suele ser del entorno familiar, aunque no es imprescindible. De los tres donantes vivos, dos de ellos proceden de donaciones cruzadas, que tienen la peculiaridad añadida de que se realiza entre un donante y un receptor que no se conocen, fruto de un intercambio entre los donantes de dos o más parejas que son incompatibles entre sí.
DONACIÓN A CORAZÓN PARADO
La donación en asistolia, conocida como donación a corazón parado, y el trasplante renal procedente de donante vivo se han consolidado en Huelva a lo largo de 2015 como modalidades alternativas a la tradicional, en el marco de las nuevas estrategias emprendidas en los últimos años desde la Coordinación Autonómica de Trasplantes.
Precisamente el pasado año se registraron en Huelva las dos primeras donaciones en asistolia, asistidas en el Hospital Juan Ramón Jiménez, una modalidad que reviste una mayor complejidad y supone todo un ejemplo de renovación en las prácticas médicas. Se trata de donantes diagnosticados de muerte por el cese irreversible del latido cardiaco, frente al donante más habitual, que fallece como consecuencia de una hemorragia cerebral o de un traumatismo craneoencefálico.
Con las nuevas estrategias se trata, en definitiva, de contrarrestar el descenso de muertes encefálicas y accidentes de tráfico, así como al mayor volumen de indicaciones de trasplantes. Aún más si tenemos en cuenta que el perfil del donante fallecido de órganos presenta cada vez mayor edad y continúa modificándose de forma progresiva. La edad media ha pasado de 35 años en 1991 a más de 62 años en lo que llevamos de 2016 en Andalucía, situándose en Huelva en 60 años, una cifra algo inferior.
Las donaciones recibidas en los primeros meses de 2016 han situado la tasa de donación interanual de la comunidad andaluza en 43 donantes por millón de población, una cifra muy superior a la registrada en el año 2015 y muy por encima de la media europea y de Estados Unidos.
Los coordinadores de trasplantes de los centros hospitalarios onubenses han agradecido, como cada año, la labor desarrollada por todos los colectivos y agentes sociales implicados en el proceso de donación de órganos --asociaciones de enfermos, medios de comunicación, magistrados, forenses, profesionales sanitarios y no sanitarios, de aeropuertos, policía o guardia civil, entre otros--, ya que contribuyen a crear un clima favorable a la donación y facilitan el trabajo de los coordinadores y equipos de trasplantes.
Además, han manifestado su admiración y gratitud a los donantes y familiares de los donantes de órganos por su extraordinaria solidaridad y generosidad, que constituyen un claro ejemplo a seguir.