El avance implacable de la tercera ola del Covid genera cada vez mayor preocupación entre las madres y padres onubenses, que han decidido dar un paso para trasladar a la Administración su inquietud y exigirle una serie de actuaciones.
El Covid no entiende de pública ni de concertada, de ahí que las dos grandes representaciones de las ampas de ambos ámbitos educativos hayan decidido unir fuerzas en este sentido.
De un lado la Fampa Huelva, que representa a las ampas de la educación pública en Huelva, y de otro la Plataforma de colegios concertados de Huelva para la gestión de la Covid-19, han trasladado a las administraciones tres peticiones en las que coinciden ambas organizaciones.
En primer lugar urgen la convocatoria tanto del Consejo Escolar Municipal como del Consejo Escolar Provincial.
También piden una reunión con las dos delegaciones de la Junta de Andalucía competentes en la materia, la de Salud y la Educación.
Según han indicado a Viva Huelva desde la plataforma de la concertada, ya hay fecha para una de estas reuniones, de modo que la Fampa se reunirá el jueves con la delegada de Salud.
La tercera petición pasa por el reparto suficiente a los centros de mascarillas FFP2, “obligatorias para el personal de Infantil y primero de Primaria”. Desde la Junta mantienen que son los colegios los que “deben asumir dicho coste en función de la partida de otros gastos que disponen”, pero las ampas no lo ven así.
Por su parte, la plataforma de la concertada también hace hincapié en la unificación de criterios ante los protocolos de actuación, la “transparencia” a la hora de aportar informaciones y datos y la distribución del material y EPIs “mínimos indispensables”.
Por su parte, aunque abogan por la presencialidad y creen que “la transmisión de casos en el aula tiene un bajo porcentaje”, resaltan que “nos encontramos en el punto de mayor afectación del Covid”, por lo que las ampas de la concertada proponen la instauración de un modelo semipresencial voluntario, consensuado con los centros, en todos los niveles, “pudiéndose acoger las familias voluntariamente, para no vernos envueltos en un inicio de protocolo de asentismo” y con un “compromiso de seguimiento escolar bidireccional”.
