La compañía Cepsa, en sus centros industriales de Palos de la Frontera (Huelva), destinó en 2020 casi 43 millones de euros en lo que se refiere a inversión y gastos medioambientales, dirigidos fundamentalmente a proyectos de mejora de eficiencia energética, reducción de emisiones atmosféricas y tratamiento de efluentes líquidos. De este modo, el acumulado de la empresa en inversiones para la protección medioambiental desde 1997 se eleva a los 905 millones de euros.
En cuanto al cumplimiento de los objetivos, el resultado alcanzado ha sido "muy positivo", llegando en la Refinería y en la Planta Química, respectivamente, al 96,3 y al 99,1 por ciento de los establecidos: las actuaciones previstas de mejora continua en la gestión y reducción de emisiones, vertidos y residuos, "se desarrollaron de manera destacable y eficiente".
Esto es lo que se desprende de las declaraciones ambientales de sus centros industriales, presentadas este jueves en la Federación Onubense de Empresarios (FOE). Estos documentos recogen toda la información relativa al comportamiento ambiental de las instalaciones durante 2020, auditados por Aenor, verificadora externa independiente, según ha informado la compañía en una nota de prensa.
Durante el pasado ejercicio, ambos centros adoptaron "las medidas necesarias no sólo para cumplir con las exigencias de sus respectivas Autorizaciones Ambientales Integradas (AAI), sino también para conseguir valores de emisión muy por debajo de los límites autorizados, incluyendo los nuevos requerimientos establecidos por la Unión Europea de los BREF aplicables (mejores técnicas disponibles), que han entrado en vigor en 2020".
Durante la presentación, el director de la Refinería La Rábida, Jorge Acitores, ha destacado que en su "compromiso" por reducir la huella de su actividad en el entorno, consideran "prioritaria" la optimización de los procesos y la mejora de la eficiencia energética.
Por su parte la directora de la planta química de Cepsa en Palos, Esther González, ha añadido que "hacer pública estas declaraciones auditadas y dar difusión a los resultados de gestión ambiental son evidencias de la transparencia y el compromiso con los ciudadanos".
REFINERÍA LA RÁBIDA
Según ha indicado Acitores, en 2020 las concentraciones medias anuales de las emisiones a la atmósfera fueron "inferiores a los límites establecidos" en la AAI. Igualmente, ha destacado que la contribución de las emisiones gaseosas a los valores medios de inmisión de contaminantes medidos en las cabinas de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire de Andalucía, tanto en la capital como en la provincia, "es marginal respecto a los límites aplicables".
En las emisiones totales de SO2 en función de la cantidad de crudo procesado, se ha obtenido un valor de 0,30 kg SO2/t crudo tratado, "uno de los valores más bajo de toda la serie histórica", ha señalado, al tiempo que ha añadido que desde el año 2000, "se ha conseguido una reducción del 86 por ciento".
Asimismo, ha subrayado que la calidad del vertido ha experimentado "una importante mejoría desde 1995". En el año 2020 las concentraciones medias fueron "inferiores" a los límites fijados en la AAI, con valores que van desde un 5 al 67 por ciento del límite permitido para los parámetros principales. El grado de cumplimiento de los parámetros de control establecidos legalmente "ha estado muy próximo al cien por cien".
En este punto, ha indicado que en 2020, la cantidad total de residuos ha sido de 8.044 toneladas, al tiempo que ha apuntado que Cepsa "prioriza la gestión que conlleve el aprovechamiento de forma eficiente". Para ello, se valorizaron 3.412 toneladas, lo que supone un 42 por ciento respecto del total.
Con el objetivo de mejorar el índice de eficiencia energética, en 2014 la Refinería consiguió la certificación de su Sistema de Gestión Energética". En 2020, el índice de eficiencia energética fue de 85,6 y "desde 2010, se ha mejorado la eficiencia en 13 unidades".
En los últimos años las especificaciones de azufre de gasóleo y gasolina de automoción han bajado su contenido a 0,001 por ciento (10 ppm). Para poder cumplir con este requerimiento, Acitores ha señalado que Cepsa "ha invertido en la realización de mejoras y ampliaciones en sus procesos de desulfuración".
Estas inversiones permiten reducir la incidencia por emisiones de SO2 de estos productos en las ciudades a través de los tubos de escape de los vehículos en general, mejorando la calidad del aire.
PLANTA QUÍMICA DE PALOS
Con respecto a la Planta Química, Ester González ha señalado que al utilizarse únicamente combustibles gaseosos, principalmente gas natural, para los procesos de producción del centro, las emisiones de partículas y SO2 son "mínimas", quedando "por debajo de los límites de detección de las técnicas de medición". En lo que se refiere a las emisiones de NOx (Óxidos de Nitrógeno), la media anual de emisiones del foco principal "se mantiene por debajo de los límites establecidos por la legislación vigente".
Durante el año 2020 se mantuvieron los índices de la calidad del vertido, respecto a años anteriores, expresado como un indicador global de los principales parámetros limitados por la Autorización Ambiental Integrada; respecto al valor "base" de 1998, "se ha mejorado en un 93,9 por ciento".
En este periodo se gestionaron 4.403 toneladas de residuos, consiguiéndose que el 67,2 por ciento de los residuos gestionados, 2.960 toneladas, se destinaran a valorización. Desde 2015 el Sistema de Gestión Energética de la Química de Cepsa dispone de la certificación UNE EN-ISO 50001.
En 2020 el índice de eficiencia energética fue un 7,6 por ciento superior a 2019, "derivado a la falta de estabilidad en la operación por condiciones de mercado y por la reducción en las ventas de cumeno, cuya fabricación requiere un menor consumo energético". Desde 2010 "se ha mejorado en un 4,7 por ciento gracias a las inversiones y a la optimización operativa".
González ha destacado que desde 2019 la energía eléctrica necesaria para la actividad productiva de la planta de Palos es de origen cien por cien renovable, contratada través del área de Gas y Electricidad de Cepsa, "lo que ha supuesto una significativa reducción de la huella de Carbono de la instalación al dejar de emitir 76.744 toneladas de CO2".
En cuanto al balance de emisiones de CO2, en 2020 finalizó el tercer periodo de asignación (2013-2020) de derechos. El balance de 2020 en los dos centros onubenses dio como resultado un déficit de 404.265 derechos de CO2, debido a que sus instalaciones de cogeneración de energía eléctrica, como en toda Europa, han dejado de recibir derechos gratuitos.
LA FUNDACIÓN CEPSA EN EL ENTORNO
En el año 2020 la Fundación Cepsa continuó con los programas educativos de sensibilización ambiental para los más jóvenes en el primer trimestre del año, y las actuaciones de mantenimiento y de uso público en la Laguna Primera de Palos y en el Jardín Botánico Dunas del Odiel; así mismo se puso en marcha la dotación interpretativa en el 'Sabinar del Estero', en el Paraje Natural Marismas del Odiel, recientemente inaugurada.
Todas estas son actuaciones recogidas en el acuerdo de colaboración con la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.
También a través de convenios de colaboración con la Universidad de Huelva y el Ayuntamiento de Palos de la Frontera, se desarrollaron actividades que redundan en la investigación para la sostenibilidad, la educación ambiental, el cuidado y puesta en valor del entorno, así como de desarrollo de políticas de respeto al medioambiente.