Las fiestas navideñas potencian la alegría, pero también la soledad y la tristeza, que se manifiestan en las llamadas que entran en Teléfono de la Esperanza de Jaén (953 26 09 31). Según la coordinadora, María José Martos, las llamadas se incrementan en estas fechas en más de un 10%. “Muchas personas experimentan una gran disonancia entre lo que nos trasmiten los estímulos exteriores sobre el festejo, las reuniones familiares, que de alguna manera nos dicen que debemos estar alegres, y las emociones internas, que le conducen a la melancolía y la nostalgia”, dice.
Con los encuentros familiares, en estas fechas se hace más presentes las ausencias. Las llamadas al Teléfono de la Esperanza de Jaén son de personas que han perdido a un ser querido recientemente. “Nunca se está preparado para la muerte de un ser querido, sobretodo la primera Navidad tras una pérdida afectiva, cuando es frecuente que una catarata de emociones se desencadene con la visión de una silla vacía”, reconoce.
Se estima que un 5% de la población está atravesando un proceso de duelo por una pérdida afectiva reciente.
El llanto, la rabia o la melancolía forman parte del proceso de curación de las heridas, y son normales. El problema surge cuando estas emociones internas entran en conflicto con el ambiente festivo propio de las celebraciones navideñas y de fin de año”, valoran desde la ONG en un comunicado.
Durante todas las fiestas navideñas, el Teléfono de la Esperanza mantiene su servicio de orientación telefónica para personas en situación de crisis emocional o soledad y en Jaén estarán al frente 32 voluntarios.