La provincia de Jaén jugó un importante papel en la II República española, de la que ayer, 14 de abril, se cumplieron 85 años desde su proclamación. La circunscripción de Jaén aportó dos diputados ilustres, por un lado, el que fuera su primer presidente, Niceto Alcalá-Zamora y Torres, que aunque era natural de Priego de Córdoba, estaba vinculado a Jaén a través de sus abuelos Juan Manuel Torres y María del Rosario Castillo, ambos de Alcaudete. Fue electo por Jaén tal y como recoge el trabajo de Leandro Álvarez Rey “Los diputados por Andalucía de la Segunda República”.
El otro insigne fue el filósofo José Ortega y Gasset que también fue electo por Jaén, aunque dejó su escaño apenas transcurrido un año tras criticar públicamente el curso que la República tomaba en su célebre discurso conocido como “Rectificación de la República” de diciembre de 1931. En el debate de totalidad del proyecto de la Comisión de Constitución celebrado entre los días 27 de agosto y 9 de septiembre de 1931 José Ortega y Gasset intervino como portavoz del grupo parlamentario de la Agrupación al Servicio de la República y atacó duramente partes del texto de la Constitución.
Presidente
Niceto Alcalá-Zamora y Torres fue miembro del Partido Liberal monárquico, y seguidor un tiempo del Conde de Romanones; fue elegido diputado a las Cortes monárquicas por el partido judicial de La Carolina (Jaén) en 1905. Más tarde se unió a los Demócratas de Manuel García Prieto, marqués de Alhucemas, accediendo a los cargos de Ministro de Fomento en 1917 y Ministro de la Guerra en 1921.
Tras el golpe de estado del general Miguel Primo de Rivera, en septiembre de 1923, evolucionó hacia el republicanismo. Junto con Miguel Maura y su partido, Derecha Liberal Republicana, representó a la República conservadora por el que sería elegido diputado por Jaén nuevamente. Sin embargo, el Gobierno se fue inclinando hacia la izquierda, representado en el republicanismo de Manuel Azaña. La cuestión clerical enfrentó de nuevo a republicanos conservadores e izquierdistas, socialistas y radicales, y finalmente tanto Alcalá-Zamora como Maura abandonaron el gobierno el 14 de octubre de 1931. Fue entonces, ante el temor de que Alcalá-Zamora emprendiera una campaña revisionista y de desprestigio contra la República, cuando los socialistas y los azañistas convinieron en ofrecerle la Presidencia de la República, cargo para el cual fue elegido candidato único el 2 de diciembre. Juró el cargo el 11 de diciembre de 1931.
Los trece diputados por Jaén en aquellas primeras Cortes fueron: por el PSOE, Jerónimo Bugeda Muñoz, Enrique Esbrí Fernández, Lucio Martínez Gil, Alejandro Peris Caruana, José Morales Robles, Juan Lozano Ruiz, Tomás Álvarez Angulo, Anastasio de Gracia Villarrubia y Andrés Domingo Martínez; por la Agrupación al Servicio de la República, José Ortega y Gasset; y por la Derecha Liberal Republicana (DLR), Niceto Alcalá-Zamora y Torres, Enrique del Castillo Folache y Federico Castillo Extremera. La lista liderada por el PSOE, en la que se incluía la Agrupación al Servicio de la República, se impuso con los 10 escaños de la mayoría a DLR, que obtuvo los tres escaños.
Acto del PSOE
La Agrupación Local del PSOE de Jaén conmemoró ayer el 85 aniversario de la II República con un acto celebrado en el cementerio de San Eufrasio y en el que participaron el secretario general de los socialistas, Manuel Fernández, y la responsable de Memoria Histórica de la Agrupación, Amparo Cano, hija de republicanos perseguidos. La fosa 702, donde se localiza la escultura a los represaliados de la Dictadura franquista, fue el escenario donde se reunieron los asistentes que dieron lectura a poemas y depositaron flores.
El secretario de Organización del PSOE de Jaén, Santiago Donaire, recordó que 85 años después los valores de la II República "siguen plenamente vigentes, ejemplificados en esa lucha constante por la igualdad de la sociedad".
El responsable socialista subrayó que se ha avanzado mucho en estos últimos años pero hoy, tras las políticas de recortes aplicadas en aspectos como la Sanidad o la Educación y la defensa que de ellas se ha hecho en la calle, muchos ciudadanos en cierta medida comparten 85 años después las reivindicaciones de la II República en este sentido. Los socialistas reclamaron una vuelta a los valores esenciales de este periodo político, “por el que muchos españoles dieron su vida bajo la convicción de sus bondades y que se demostró muy válido en los cinco años que duró su aplicación en España”.
