La III Semana contra el Cáncer abordó ayer la necesidad de invertir en investigación para aumentar la esperanza de vida de los enfermos oncológicos y el requisito de una mayor cobertura de atención psicológica, social y de acompañamiento para los enfermos de cáncer al final de la vida.
La directora general de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Isabel Orbe, fue la encargada de inaugurar la jornada, confirmando que “cuanta más investigación, el cáncer retrocede y la vida avanza”. Fue una de sus afirmaciones, insistiendo en la necesidad que existe en España de investigar más. “Es bueno para todos, porque no sólo se lucha contra el cáncer, también se genera riqueza en el país”, apuntó Orbe, señalando que cuando la AECC comenzó su trabajo, “la supervivencia en el cáncer estaba en torno al 25%, hoy se sitúa en el 60% y se espera que en 15 ó 20 años se llegue al 75%”. Sin embargo, “para conseguirlo hay que seguir invirtiendo”, recalcó.
Tras la intervención de la directora general de la Fundación Científica de la AECC se celebraron dos mesas redondas enmarcadas en los ‘Diálogos AECC’. La primera, bajo el título ‘Más investigación, más vida’, contó con la participación del oncólogo Pedro Sánchez Rovira; el cirujano plástico Joaquín Navarro; y la oncóloga radioterápica Olga Liñán. La segunda, moderada por la redactora de VIVA JAÉN, Aurora Guzmán, titulada ‘Tu vida, nuestra vida’, sumó la experiencia de la responsable de Trabajo Social de la sede central de la AECC, Raquel del Castillo; la pediatra del Complejo Hospitalario Ana González; y el jefe de Servicio de Planificación y Evaluación Asistencial de la Consejería de Salud. En esta última sesión se abordó que sólo el 25% de los recursos cuentan con psicólogos y trabajadores sociales, reconociendo los profesionales que es “claramente insuficiente” para cubrir con garantías las necesidades de los pacientes en cuidados paliativos. Así se recoge en un estudio de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos que se puso sobre la mesa, debatiendo además la atención de los menores enfermos de cáncer al final de su vida y la necesidad de promocionar el documento de voluntades vitales anticipada.