El sondeo de La Merced va a seguir como principal vía de abastecimiento a la capital jienense. La crítica situación del pantano del Quiebrajano (ayer al 28%, el porcentaje más bajo de todos los pantanos de la cuenca alta del Guadalquivir) ha llevado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a mantener el manantial de aguas subterráneas de La Merced (apoyado puntualmente por el acuífero superficial de Mingo) para el suministro de los 37.000 metros cúbicos de agua que la ciudad jienense recibe diariamente.
“El sondeo de La Merced tiene un alto nivel de recarga y una excelente calidad de sus aguas, lo que nos garantiza el abastecimiento a la capital sin problemas”, indicó ayer el ingeniero jefe de la CHG en Jaén, José Martín. La Confederación decidió el uso de los manantiales de La Merced y Mingo a principios del pasado otoño, al inicio del actual año hidrológico, con el fin de preservar el embalse del Quiebrajano, que entonces no estaba en una situación tan crítica como ahora. Con una capacidad de 31,60 hectómetros cúbicos, el Quiebrajano apenas tenía ayer 8,86 hectómetros cúbicos, es decir, el 28% de su capacidad. Hace un año por estas fechas estaba al 46%, 18 puntos más, aunque la media de los últimos cinco años en el mes de julio es del 22%. En el último año, el Quiebrajano ha perdido 5,70 hectómetros cúbicos. No obstante, desde el inicio del año hidrológico, la lluvia caída sobre el Quiebrajano ha sido de 639 litros, ligeramente por debajo de la media histórica. Es el embalse con menos reservas en Jaén y uno de los peores en toda la cuenca del Guadalquivir.
Los pantanos de la provincia de Jaén se encuentran al 39,77% de su capacidad, cuando hace un año estaban al 61,59%. Con la excepción de Almería (con un déficit hídrico estructural, los embalses de Jaén son los más sedientos de Andalucía. Pese a este escenario, el ingeniero jefe de la CHG en Jaén, José Martín, sostiene que “no estamos en situación de emergencia”. A su juicio, las reservas actuales garantizan tanto el abastecimiento en un par de años como la dotación prevista para los riegos, de 1.300 hectómetros cúbicos.