Constructora, arquitecto y aparejadores llegaron a un acuerdo mediado por el administrador de Somixur, Pedro Pablo Cañada, para acometer las obras después de la Semana Santa, asumiendo cada una de estas partes un porcentaje del coste de las obras.
Sin embargo, el pasado lunes, una vez finalizada la Semana Santa, las obras no dieron comienzo por un nuevo conflicto surgido en el seno de la negociación. En concreto, la constructora, Corsam Corvial, se negaba a asumir las indicaciones de la consultora, Vorsevi, en la segunda y la tercera fase de la reparación del inmueble.
La primera fase, sobre la que Vorsevi ya realizó sus catas correspondientes, se refería a la reparación de la parte afectada del edificio, sobre el que se colocó un andamio en el momento de detectarse los desperfectos para evitar el desprendimiento de la fachada.
Sin embargo, la segunda y la tercera fase, Corsam manifestó su oposición a asumir las indicaciones de Vorsevi, reclamando más independencia en el proceso. A ello hay que unir la marcha atrás dada por el arquitecto y los aparejadores, después de que sus aseguradoras rechazaran el acuerdo al no estar establecida una cantidad concreta que asumir y al no reconocer su responsabilidad.
Este nuevo conflicto, que provocó el lunes la enésima paralización de las obras, provocó ayer una maratoniana reunión que se prolongó desde primeras horas de la mañana hasta bien entrada la noche. Al término de la misma, Corsam flexibilizó su postura, y aceptó la intercesión de Vorsevi como consultora en la segunda y tercera fase de las obras.
Además, las partes implicadas establecieron un plazo de ejecución de las obras, que trazaron en unos tres meses, aunque lo ampliaron a cinco para establecer un margen razonable, por lo que la reparación completa del inmueble no finalizará hasta después del verano.
Así las cosas, una vez alcanzado un acuerdo definitivo, las obras están previstas iniciarse hoy, con el desmontaje manual de la fachada, que comenzará en la parte alta del edificio.