Fue en 1970 cuando un grupo de cinco amigos, inspirados en el cartel de un bar de la calle Duque de Almodóvar, decidieron crear una peña para hacer Feria en su ciudad. La iniciativa, impulsada por el delegado de Feria y Fiestas, fue meteórica, y ese mismo año ya tenían montada su primera caseta. 40 años después, los socios siguen manteniendo las mismas esencias y, junto a ellos, las nuevas generaciones se encargar de recoger el testigo.
La música y la gastronomía típica andaluza se conjugan en una caseta en la que disfrutar de un rato de charla y tranquilidad no está reñido con la diversión más plena. Un modelo que pervive a pesar de las casetas negocio. Para celebrarlo, las mujeres se encargaron ayer de hacer una comida a los hombres, en una jornada de convivencia y de celebración.