Según reza el escrito, remitido a los medios por UGT, “el mando del buque consultará a los tripulantes del mismo si van a ejercitar su derecho a la huelga”, lo cual, como es sabido, es una clara irregularidad pues “ningún trabajador está obligado a comunicar a la empresa si va, o no, a secundar la huelga”.
Pero además, añade UGT, en otro punto de la misiva se informa “que deberá procederse al desenrole del tripulante en huelga sin que éste pueda ocupar el buque durante la misma” siendo esta posibilidad “algo totalmente contrario a las normas básicas de seguridad que fija Capitanía Marítima”, de tal manera que, tal y como se expone en el comunicado de Balearia, “estarían dispuestos a desembarcar a aquellos trabajadores en huelga aún a riesgo de quedar desatendido el buque por falta de personal (a no ser que decidan sustituirlos por esquiroles”.
El sindicato considera que “estamos ante incidentes muy graves que son propios de empresas de países bananeros, pero no de corporaciones solventes que operan en países democráticos, como España, en los que se respetan los derechos de los ciudadanos y los trabajadores”.
En presidente de Balearia, Adolfo Utor (presidente además de la patronal de navieros españoles –Anave-) “ejerce el mando de su empresa con maneras propias de bucaneros, antiguos piratas que no respetaban las más esenciales normas de la mar, es decir, haciendo uso de la intimidación y la represalia”.
UGT por su parte está decidida a iniciar todo tipo de acciones legales (incluida la vía penal) para poner coto “a este tipo de violaciones” del artículo 28.2 de la Constitución española, que consagra el derecho a la huelga por parte de los trabajadores.