"Estoy muy contento. Me esperaba más chica la casa”. Ésta fue la primera impresión de uno de los catorces adjudicatarios de las viviendas tuteladas". Asistieron, además de las autoridades municipales, numerosos familiares de los afortunados. Previamente se procedió a la inauguración de las instalaciones y al descubrimiento de una placa que conmemora este día y también recuerda a Juan Guzmán González, propietario original de la finca.
Tras el descubrimiento de la placa, tomó la palabra Ana María Núñez Guzmán, nieta del filántropo, quien agradeció en nombre de su familia al Ayuntamiento que estas viviendas municipales para la Tercera Edad lleven el nombre de su abuelo, y también recordó la historia el inmueble, una antigua fábrica de fideos donde también funcionó una escuela. Recordó que su abuelo le expresó al entonces alcalde, el fallecido Francisco Jiménez (entre 1969 y 1979), su deseo de que la finca tuviera un destino social, y se mostró muy contenta de que, después de tantos años, se haya cumplido su voluntad.
A continuación, las autoridades municipales acudieron al salón común, donde esperaban los adjudicatarios. La teniente de alcalde delegada de Asuntos Sociales, Rosa Macías, pronunció unas breves palabras en las que dio la bienvenida a los ancianos y deseó que “tengais un espacio cómodo para vivir, con una calidad adecuada de vida y sobre todo para compartir en buena compañía”. Agradeció “a las personas y a las entidades que han hecho posible que este proyecto sea una realidad”, tanto de Asuntos Sociales, Emroque, Amdel, Policía Local, Protección Civil...
Indicó que “Mensajeros de la Paz hace posible que este proyecto salga adelante, con la colaboración de Asuntos Sociales. La cercanía que tenemos al Asilo va a permitir que tengais una asistencia más continuada”.
Por su parte, el alcalde, Fernando Palma, mostró su alegría por la puesta en marcha de este proyecto. “Ha habido muchas dificultades -apuntó-, pero lo bueno es que se ha conseguido. Quiero también transmitir nuestro pesar porque muchas personas no han podido acceder a estas viviendas. Son catorce, y no había para más”.
“Ha sido un trabajo muy intenso -explicó-, porque el personal de Asuntos Sociales se ha tirado dos meses no sólo mirando los papeles, sino también comprobando que lo que aparecía en la documentación era realidad. Porque queríamos hacer las cosas bien y que no hubiera privilegio para nadie”.
“Conozco este edificio -dijo Palma-, y es comodísimo y un lujo, de lo que nos sentimos orgullosos. Espero y deseo que seamos todos conscientes del trabajo que ha costado y del dinero que ha costado. Me imagino -añadió- que muchos de vosotros vais a tener alguna dificultad al principio para adaptaros a las nuevas casas, pero se ha contratado a una persona de Mensajeros de la Paz, para que sea una especie de conserje, cuidador, ayudante, mantenimiento... Él vivirá también en la casa y va a estar 24 horas aquí para velar por vosotros, y en caso de necesidad en el Asilo se os asistirá. Nosotros estamos aquí para ayudaros, pero la responsabilidad a partir de ahora es vuestra. Espero que seais muy felices”.
A continuación, los distintos ediles presentes entregaron las llaves a los catorce adjudicatarios, tras lo cual comenzó la visita a las viviendas, quizás el momento más alegre de todos. Seguidamente, el párroco de Santa María Coronada, Juan Pedro Varo, bendijo las instalaciones y el acto terminó con un brindis y ágape cuyo catering fue responsabilidad de Mensajeros de la Paz, mientras que alumnos y personal de la Escuela de Hostelería se encargaron del servicio.
El pasado martes se aprobó por unanimidad en el Pleno Ordinario del mes de septiembre la lista de adjudicatarios de las viviendas tuteladas. Hay que destacar que todos los grupos políticos municipales alabaron la profesionalidad mostrada por los técnicos de Asuntos Sociales a la hora de decidir entre candidatos con situaciones socioeconómicas y familiares tan sensibles.
Se trata de 14 viviendas ubicadas en pleno centro de San Roque, perfectamente habilitadas para su ocupación, una vez que se ha instalado el mobiliario y se han realizado las pequeñas obras necesarias. El plazo de presentación de la documentación necesaria para optar a estas viviendas comenzó el pasado 7 de junio, y finalizó el 15 de julio. Se presentaron 23 candidatos, y a partir de las solicitudes se elaboró una lista con 14 adjudicatarios y tres más en lista de espera, que se aprobó inicialmente en la comisión informativa del pasado 23 de septiembre.
El inmueble, que construyó la empresa municipal Emroque, es de dos plantas más ático, y se sitúa en el número 35 de la calle Vallecillo Luján (en la confluencia de las calles Málaga y Larga). Consta de 15 viviendas, y cada una de ellas tiene salón con cocina incorporada al mismo, un dormitorio doble y un baño. Las zonas comunes constan de patio, salón multiusos para la realización de actividades, aseos, cocina-cafetería anexa al salón multuisos, lavandería y zona de administración.
Se ofertaban 14 viviendas en lugar de las 15 disponibles, porque una de ellas será ocupada por una persona (procedente de la ONG Mensajeros de la Paz) que se encarga tanto del mantenimiento, reparaciones menores de las viviendas y limpieza de las zonas comunes como de estar a disposición de los abuelos para cualquier gestión y coordinar las actividades comunes, así como de servir de enlace permanente con Servicios Sociales y de velar por el cumplimiento de la normativa de uso de este servicio, entre otras tareas.
Los requisitos para optar a estas viviendas fueron los siguientes: tener 60 años o más cumplidos (salvo en casos especiales, como en casos de uno de los miembros de un matrimonio); llevar empadronado en San Roque un mínimo de dos años; no padecer enfermedad infecto-contagiosa ni alteraciones psíquicas que puedan alterar la convivencia, así como limitaciones severas en la autonomía personal; no disponer de vivienda en propiedad, salvo que esté inhabitable; tener un estado físico y psíquico que no haga presagiar una pronta invalidación; y tener una conducta social y hábitos personales compatibles con la convivencia normal. Asuntos Sociales podía, además, estudiar cualquier situación no contemplada en estos requisitos.