El film narra las vicisitudes de la familia Mariscal, que fue portada de todos los medios de comunicación cuando, con siete años recién cumplidos, el pequeño Andrés se liberó de una grave enfermedad congénita (beta-Talasemia mayor) gracias a Javier, el primer bebé libre de tara genética capaz de curar a su hermano mayor mediante las células madre de su cordón umbilical.
La película se rodó en Algeciras en dos etapas. En la primera, se cuenta la historia de que, una vez que el niño está recuperado, pasa por varios procesos. No puede ir al colegio porque no puede tener contacto con otras personas, ya que corre el riesgo de contraer cualquier enfermedad, ya que es como un recién nacido y tiene muy debilitado el aparato inmunológico.
El director de la cinta, Juan Manuel Díaz Lima, señaló ayer a este diario que la forma en la que se ha rodado “es muy diferente” a su anterior trabajo documental, El Estraperlo. De hecho, en esta película no se ha llevado a cabo ninguna entrevista, y se ha grabado “de forma muy naturalista, contada como una ficción. Se plantea por secuencias”.
Díaz Lima explica que “a las cámaras normales se les metió objetivo de cámara de fotos, para mantener las distancias, de tal forma que los personajes nunca son conscientes de que lo están grabando”.
Ello permitió filmar la cotidianeidad del problema del pequeño, contando en esa primera fase cómo se está recuperando con la meta de que volviera al colegio. La segunda etapa de la película es su entrada en el colegio.
El trabajo cuenta también con otro algecireño en sus filas, José Antonio Pelayo, que asumió la producción del rodaje junto a Rafael Linares. La mayoría de las escenas se rodaron en el municipio.
Cabe destacar que el Ayuntamiento de Algeciras prometió a la familia Mariscal que el centro de salud de San José Artesano iba a llevar su nombre, una circunstancia que todavía no se ha producido cuando ya ha transcurrido un año y medio.
