Las fuentes mencionadas explicaron que los vertidos proceden de un tanque ilegal detectado en el barco, con bandera del Reino Unido, durante la inspecciones realizadas tras el accidente. En un principio, se descartó que el buque fuera el origen de los vertidos, porque la grieta que sufrió no se encontraba a la altura del tanque de combustible.
No obstante, la investigación puesta en marcha por Capitanía Marítima puso de manifiesto la existencia de un tanque que había sido construido ilegalmente y que transportaba las 40 toneladas vertidas.
Sin autorización
El tanque ilegal no tenía autorización de la Sociedad de Clasificación -un organismo privado encargado de velar por la seguridad de las vidas humanas, de los buques y del medio marino- ni del Estado de la bandera. Un estudio realizado por este último, a instancias de la Capitanía Marítima, cuantifica en 60 las deficiencias detectadas en el navío. Entre ellas, destaca la existencia de tres conductos para descargar residuos oleosos al mar, lo cual está prohibido por la legislación vigente.
Por otro lado, fuentes del Ayuntamiento de La Línea informaron, a través de un comunicado, de que un grupo de operarios municipales habían retirado hasta el viernes 90 kilogramos de arena “mezclada con hidrocarburo” de la playa de Poniente “y zonas limítrofes”.