Nueve mil autónomos en mitad de la refriega política

A la misma hora en la que en el Ayuntamiento de Jerez se sellaba un convenio de colaboración entre el Consistorio y la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) de Andalucía, los autónomos jerezanos eran el epicentro del debate político entre socialistas y populares acerca de los efectos que el nuevo decreto del Gobierno va a hacer recaer en sus economías y en el futuro de sus negocios.
En este sentido, la diputada socialista Mamen Sánchez mandaba el primer recado al apuntar que “cuando los autónomos obtuvieron la promesa electoral de Rajoy de que no tendrían que pagar el IVA hasta que no lo cobraran, no se podían imaginar que la acción de Gobierno del PP, siete meses más tarde, les iba a llevar a una subida de las retenciones, a una subida del IVA y al incumplimiento de su promesa electoral”.
La diputada puso un ejemplo concreto: “un autónomo que facture 1.000 euros tendrá que pagar un 21 por ciento del total en concepto de IRPF, un mínimo de casi 300 euros de cotización a la Seguridad Social y un IVA del 21% que, en muchos casos, tendrá que adelantar a la Administración estatal. Así, estas nuevas imposiciones les pueden suponer que de esos 1.000 euros sólo perciba 400. En su opinión, “no se puede ahogar a un colectivo que son los únicos capaces de crear algún puesto de trabajo en estos momentos, con aumento de cotización, más impuestos y menos liquidez”.
La reacción popular no se hizo esperar, y fue el diputado Aurelio Romero quien aludió a las cuentas “engañosas que la diputada del PSOE ha hecho sobre los autónomos, que suponen una gran falta de respeto hacia estos trabajadores y demuestran una ignorancia profunda del tema”.
En este sentido, corrigió a la diputada socialista que “el IRPF se paga en función del beneficio de la empresa, si es que lo hay” y que “el IVA  corre a cargo del consumidor, y el trabajador autónomo lo que hace es devolver el IVA repercutido. Además, resta el pago de la cuota de autónomo a la Seguridad Social a una factura de 1.000 euros, una cuota que es fija facture lo que se facture”. Ante tales datos, Romero concluyó pidiendo a Sánchez “que no alimente el desánimo entre los emprendedores”.