Aún tendrán que convivir con los obreros durante algún tiempo, pero el peligro ya ha pasado. Las familias del bloque número 6 de la calle Desconsuelo, en la barriada de La Asunción, ya han podido regresar a sus casas después de que los trabajos de rehabilitación obligaran a desalojar el edificio para el derrumbe controlado de la cubierta del inmueble.
A excepción de un matrimonio, que ha preferido esperar a que las obras estén más avanzadas, las otras cuatro familias afrontan esta nueva etapa “mucho más tranquilos” después de que por fin tras más de seis años el miedo a que el techo se les cayera encima haya desaparecido. “Volvimos hace dos semanas y aunque los obreros siguen trabajando, lo llevamos muy bien. Antes era la casa del terror y ahora no tiene nada que ver”, explica uno de los vecinos.
Aunque en el caso de las dos pisos de la última planta “tendrán que empezar de cero”, puesto que las viviendas llevan clausuradas más de un año, el resto de inquilinos, de momento, ya están haciendo vida normal dentro de las limitaciones que supone que su edificio sea objeto de una actuación de este tipo. Hay que recordar que de los 37.000 euros en los que está presupuestada, la Junta ha financiado el 95 por ciento, mientras que el 5 por ciento restante (1.800 euros) corre a cargo de la comunidad de vecinos.
En el caso de Inmaculada Espinosa, el regreso a su casa en la calle Manuel Lara Jerezano, en La Constancia, apuntalada desde hace cuatro años, tendrá que esperar algunas semanas más. Además de esta actuación, la AVV La Constancia sigue vigilante con la Junta para que ejecute el convenio de rehabilitación firmado para el resto de inmuebles de este barrio una vez que acometa las actuaciones de urgencia.