Las cinco cofradías de la tarde del Jueves Santo han podido procesionar con normalidad tres años después, toda vez que tanto en 2011 como en 2012 la lluvia se había convertido en protagonista de la jornada. A diferencia de lo ocurrido el miércoles, los partes meteorológicos otorgaban su venia desde primera hora de la mañana, por lo que en ningún momento se puso en duda la salida de las cofradías.
La primera en hacerlo fue La Redención, desde el Santuario de María Auxiliadora, en la barriada de Icovesa. La cofradía presentó como principal novedad la finalización de los trabajos de talla de los respiraderos de su único de paso, incluidas las maniguetas. La cuadrilla de costaleros fue comandada por Juan Carlos Sambruno, mientras que la Banda de Cornetas y Tambores de la Fundación Ruiz-Mateos puso sones de marcado aire trianero al Señor de la Redención.
A las seis y media de la tarde se abrían las puertas de la iglesia de San Juan de los Caballeros, desde donde salió la Hermandad de la Vera Cruz. La cofradía volvió a ofrecer un auténtico magisterio de clasicismo. Eduardo Biedma y Martín Gómez ejercieron como capataces de ambos pasos. Tras el palio de la Virgen de las Lágrimas, la Asociación Musical Astigitana, que interpretó piezas tan clásicas como Margot, de Joaquín Turina.
La lluvia impidió el año pasado que La Lanzada, El Huerto y El Mayor Dolor llegaran siquiera a abrir las puertas de sus respectivos templos. En esta ocasión sí pudieron hacerlo, ya que en el cielo jerezano apenas existían vestigios de nubes.
El único paso de la Hermandad de la Lanzada contó con el acompañamiento de la Banda de Música Agripino Lozano, de San Fernando, que ofreció un selecto repertorio de marchas fúnebres.
En la Hermandad del Huerto se estrenaron la Agrupación Musical de la Sentencia y la Banda Municipal de Música de San Fernando. Esta última interpretó marchas tan escogidas como El Dulce Nombre, de Manuel López Farfán, sin duda alguna una de las joyas del patrimonio musical cofradiero.
La principal novedad de la Hermandad del Mayor Dolor vino dada por la presencia en el martillo del paso de palio de José María García Molina, heredero de la dinastía 'Gorrión'. La cofradía contó con el acompañamiento de la Agrupación Musical San Juan, de Jerez, y de la Asociación Musical Gailín, de Puerto Serrano, que al acceder a la Carrera Oficial interpretó la marcha que Germán Álvarez Beigbeder dedicara a la dolorosa de San Dionisio.
La Madrugá
Después de una soberbia tarde de Jueves Santo, todos esperaban disfrutar de una gran Noche de Jesús que, finalmente, y a causa de una inoportuna borrasca, se quedó reducida a la presencia en la calle de Las Cinco Llagas y, definitivamente, Jesús Nazareno. Tanto La Yedra como Santo Crucifijo decidieron suspender su estación de penitencia en la calle, al coincidir su salida con un chaparrón, y a renglón seguido fue La Buena Muerte quien también decidió quedarse en su templo.