Hace unos años, un matrimonio del norte con una historia personal importante detrás salió a la calle a repartir paella después de que tras cocinar comprobaran que habían calculado más de la cuenta. Es el germen del movimiento Macarrón Solidario, por el que personas desinteresadas y de todas las edades se reúnen para cocinar la pasta -al ser un producto económico y que gusta a casi todos- para luego repartirlo entre los más desfavorecidos y los que lo están pasando mal por la crisis. Sevilla, Mérida, Mallorca, Valencia -donde empezó todo- llevan cuatro años llevando este plato cada domingo a los más necesitados, y desde hace una semana Jerez tampoco consentirá que sus vecinos pasen hambre. Loren Hinojosa, vecino de Estella, escuchó en la radio esta iniciativa y lo tuvo claro desde el principio: había que moverse para que la ciudad también echara una mano.
Empezaron el pasado domingo. El punto de partida: su cocina, donde se rodeó de un grupo de amigos y colaboradores para poner a hervir seis kilos de macarrones, con tres kilos de carne y doce kilos de tomates.Una vez elaborado, había que ponerse manos a la obra: llegaba el momento de trasladarse a Las Angustias, el punto de recepción elegido, y repartir casi 50 raciones . Gracias a la infraestructura que hay detrás de este movimiento, una empresa de Guipuzcua les ha facilitado hasta 700 táper que conservan el calor y también dieron un trozo de pan, refresco y una pieza de fruta de postre. “Una panadería de la zona está aportando el pan, y también funcionamos a través del grupo de facebook Macarrón Solidario de Estella, donde vamos diciendo lo que nos hace falta”.
Lo de elegir el domingo no es una cuestión al azar, además de ser el día fijado en esta iniciativa en el resto de ciudades en las que ya funciona, en el caso de Jerez es el único que en el comedor social de El Salvador no sirven plato caliente para las personas que no tienen hogar, sino bocadillos.
De hecho, las hermanas ya están avisadas para que les trasladen a los usuarios habituales de estas instalaciones que la operación se repetirá cada domingo con los colaboradores que se vayan prestando para que a las 13.30 horas en Las Angustias todo el que lo está pasando mal pueda degustar un buen almuerzo en la mejor compañía.