La junta general de acreedores de Onda Jerez aprobó ayer el convenio para el pago de una deuda contraída fundamentalmente con la Seguridad Social y Hacienda. La aprobación de este acuerdo garantiza el mantenimiento de la empresa municipal de radio y televisión, que en caso contrario habría sido disuelta.
El documento contempla que el Ayuntamiento liquide la deuda con estos organismos públicos en los cinco próximos años. A modo de garantía, el Consistorio se compromete a recortar hasta en un 70 por ciento el coste de la empresa municipal.
La mayor parte de ese ajuste deberá soportarlo la plantilla de trabajadores, para la que se plantea un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) de doce meses de duración, además de bajadas salariales y supresión de pluses.
A pesar de ello, el presidente del comité de empresa Raúl Ruiz-Berdejo, calificó de “buena noticia” el resultado final de la junta de acreedores, toda vez que sin ese acuerdo la plantilla se enfrentaría “a un escenario completamente distinto”. “Se ha esquivado la liquidación y ahora se abre un nuevo escenario. La liquidación no hubiera dejado opción a nada”, explicó.
La alcaldesa, María José García-Pelayo, trasladó su agradecimiento al comité de empresa, ya que, “gracias al esfuerzo realizado por todas las partes”, se ha podido presentar esta propuesta y llegar a un convenio de pago con la Seguridad Social. La propia regidora trasladó esta información a los trabajadores en una reunión mantenida en las propias dependencias de la empresa.
A la espera de iniciar el periodo de consultas
El convenio aprobado ayer ante el Juzgado de lo Mercantil afecta únicamente a la empresa y sus acreedores. A partir de ahora, la sociedad municipal debe poner en marcha el mecanismo para trasladar a su plantilla las consecuencias de ese acuerdo.
El presidente del comité de empresa, Raúl Ruiz-Berdejo, entiende que en estos próximos días deberá abrirse el periodo de consultas que permita negociar las condiciones del ERTE, que tendrá una duración de doce meses y que afectará a la totalidad de la plantilla. De igual modo deberán negociarse los recortes salariales que vayan a aplicarse. Y todo ello deberá contar con el visto bueno de la asamblea de trabajadores, que todavía no se ha pronunciado formalmente sobre este particular.
