Desde el Instituto Armado confirmaron ayer que es el juzgado el que ha tomado ahora el testigo de las indagaciones y que por tanto queda reservada a la autoridad judicial la autoridad para informar de este asunto. En este sentido, la Benemérita eludió aportar información sobre el contenido de este informe inicial.
No obstante, fuentes relacionadas con el caso manifestaron en estos últimos días a EL FARO INFORMACIÓN que del resultado de las primeras investigaciones se desprende que la hipótesis de un accidente fortuito cobra fuerza con los testimonios recabados durante la primera fase de instrucción.
Presenciales
De hecho, las mismas fuentes señalaban que recientemente han prestado declaración los tripulantes de una embarcación que se hallaba navegando a una distancia muy corta del lugar del accidente. Estos testigos presenciales habrían manifestado que la patrullera utilizada por la Guardia Civil no circulaba a una velocidad excesiva en el momento del choque.Respecto a la posición en la que se encontraba el barco de recreo en el que viajaban Pedro A.V. y su acompañante, M.N.C., de 72, las mismas fuentes comentaban que, en principio, el barco estaba fondeado y que sus ocupantes se hallaban pescando en el momento del accidente.
Hay que tener en cuenta que este dato respecto al testimonio se centra únicamente en la velocidad a la que supuestamente navegaba la patrullera. Según los datos aportados en su momento por Subdelegación del Gobierno, la patrullera estaba ocupada por tres agentes, contaba con 11 metros de eslora y tres motores de 250 caballos de potencia, y su matrícula oficial era PGC-0659. Fuentes consultadas por este diario insistieron ayer en la “peligrosidad” que entraña el manejo de estas embarcaciones semirrígidas, procedentes supuestamente de incautaciones y readaptadas para el servicio con permiso judicial, en caso de mucho tráfico marítimo.
La proa de estas patrulleras suele levantarse e impedir la visibilidad como consecuencia del peso y potencia de los motores. El hecho de que la embarcación no fuese, a priori, a gran velocidad, podría entrar en contradicción con esta posible causa del siniestro.
La segunda víctima del accidente marítimo ocurrido el jueves 19 de febrero a una milla del Faro de Punta Carnero, M.N.C., de 72 años, continúa en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Punta de Europa de Algeciras, según confirmaron ayer fuentes cercanas al caso. El acompañante de Pedro A.V.
cumple así una semana ingresado sin que hasta el momento hayan trascendido más detalles sobre su pronóstico y la naturaleza de sus lesiones.
Familiares
Hasta el momento se desconocen, igualmente, los pasos que seguirá la familia del fallecido. Una hermana de Pedro A.V. declaraba días atrás la intención de esperar a que la investigación concluyese. El fallecimiento tuvo lugar a las 9.45 horas del día 19, y en la tarde del día siguiente tuvo lugar la incineración.