La decisión del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de incluir a Jerez en el área de influencia de la Zona Franca de Cádiz permitirá que aquellas empresas que se instalen en los suelos que se habiliten a tal efecto -previsiblemente el PTA, el Polo Aeronáutico y otras parcelas próximas- se beneficien de una serie de beneficios fiscales difícilmente soñados en una ciudad que carece de puerto de mar.
Una zona franca está concebida como una parte del territorio aduanero comunitario, separada del resto, en la que puede introducirse cualquier mercancía sin estar sometida a derechos de importación, a gravámenes interiores o a medidas de política comercial. Eso supone que -desde el punto de vista comercial- los suelos del municipio que se incluyan finalmente en la Zona Franca de Cádiz estarían fuera del territorio de la Unión Europea (UE).
De este modo, cualquier mercancía que entre o salga de esa superficie no se verá sometida a aranceles aduaneros, a los impuestos ordinarios que rigen en el interior ni a otro tipo de normativas reguladoras de la importación o exportación de determinados productos.
Pensando en el Polo Aeronáutico, será posible que cualquier pieza que se importe de zonas no comunitarias queden libres de gravámenes, lo que permite que una factoría enclavada en esta superficie sea más competitiva respecto de cualquier otra que no disfrute de esta ventaja. Este atractivo es fundamental de cara a que futuros inversores se decanten por desarrollar sus iniciativas empresariales en estos suelos, ya que los costes de producción se aminoran.
De hecho, distintas publicaciones especializadas en empresas cuyo negocio tiene ámbito internacional inciden en los beneficios fiscales de esta tipo de complejos portuarios; destacando como el principal problema para los inversores el de encontrar suelos libres en esas superficies.
Es evidente que en Jerez no se va a dar ese problema, toda vez que el Polo Aeronáutico se encuentra muy poco desarrollado y, además, existen otros suelos en los que poner en marcha este tipo de proyectos.
En España existen actualmente cuatro zonas francas: Barcelona, Gran Canaria, Vigo y Cádiz. Jerez será por tanto la única ciudad de relevancia que, sin ser puerto de mar, pueda beneficiarse de los incentivos propios de estos recintos, lo que le convertirá en un pequeño paraíso fiscal.
