Los gaditanos cada vez confían menos en que los juegos de azar, concretamente los de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae), les arregle la vida. Según la Memoria del organismo, la provincia registró la mayor caída del gasto por habitante de Andalucía en 2013 al producirse un retroceso del 8,44 por ciento en el dinero destinado a estas apuestas. En Andalucía y España, la tendencia es la misma, cada vez el gasto en juegos de la Selae es menor.
En la provincia la caída fue superior a la media del país, que fue de un 7,93 por ciento. Así, los gaditanos se gastan al año de media 137,11 euros entre Lotería Nacional, Primitiva, Euromillones, Bonoloto, El Gordo de la Primitiva, La Quiniela, el Quinigol, la Lototurf y el Quíntuple Plus. En este contexto ocupa el sexto puesto en gasto medio por habitante de Andalucía, donde los almerienses son los que más juegan con 163,92 euros por cabeza, muy lejos en todo caso de los 180,24 euros de media que en 2013 se gastó cada español en juegos de la Selae.
Donde más dinero se gastan los gaditanos es en la Primitiva. El gasto por habitante en la provincia en 2013 ascendió a 79,32 euros de media, aunque respecto a 2012 esta cifra supuso un retroceso del 8,85 por ciento. En la Lotería Nacional, en la provincia lo que cada habitante consumió fue 52,80 euros.
La Quiniela ya no es lo que era. Ahora tiene más competencia y ya no es la reina del negocio de las apuestas. 4,69 euros es lo que de media en la provincia de Cádiz jugó cada habitante en 2013, un 16,76 por ciento menos que en 2012.
Casi 171 millones de euros se jugaron en apuestas durante 2013 en Cádiz, concretamente 170.728.059 euros, siendo la tercera provincia que más gastó en Andalucía por detrás de Málaga y Sevilla.
La Lotería Primitiva recaudó en la provincia en 2013 98,7 millones de euros. La Lotería Nacional ingresó 65,7 millones, la Primitiva 41,7 y la Bonoloto 19,3 millones.
El descenso, no obstante, es general y es debido, según la memoria de la Selae, a la crisis económica, aunque el hecho de que el Estado se lleve ahora un 20 por ciento de tajada de los premios superiores a 2.500 euros también tendrá alguna parte de culpa de esa sensible caída.