Las ruinas del Palacio de Riquelme que el Ayuntamiento aspira a convertir en uno de los motores de un centro histórico sediento de mejoras y regeneración se convirtieron ayer por la tarde en el escaparate del Plan Director que el nuevo Gobierno socialista ha diseñado para este enclave. La hoja de ruta “viva” que propone el equipo que capitanea la alcaldesa Mamen Sánchez tiene una prioridad clara a la hora de delimitar y ubicar su intervención: la zona de intramuros, por la riqueza de su patrimonio artístico-cultural que, paradójicamente va en proporción al grado de deterioro que presenta. En este nivel de preferencia, la máxima autoridad local también ubicó las actuaciones en los barrios de Santiago y San Miguel, a fin de que estos tres puntos conformen un “triángulo estratégico” con espacios emblemáticos como El Alcázar, Los Claustros de Santo Domingo, la Plaza del Mercado y la Plaza Belén.
De los dos primeros, Sánchez avanzó que el Ayuntamiento pretende diversificar su uso mediante la elaboración de un plan director específico, mientras que en cuanto a los Claustros de Santo Domingo, adelantó que el Consistorio está pendiente de contratar -con presupuesto de este año- las obras de conexión de la primera planta para ganar espacio para organizar actividades y consolidarlo como centro cultural principal de la ciudad.
Mucho más complicada y costosa (en torno a un millón de euros) es la obra de reurbanización de la Plaza Belén, para cuyo proyecto el Ayuntamiento espera tener partida en los presupuestos de 2016, o bien a través de fondos europeos, dado que esta actuación ya estaba recogida en la convocatoria del Plan Urban para el centro histórico para la que el anterior Gobierno del PP ya presentó un borrador con éste y otras actuaciones. No obstante, los socialistas ya “trabajan” para acogerse a estos fondos, como así recalcó ayer Sánchez. Lo que sí descartó es que la frustrada Ciudad del Flamenco tenga un lugar en sus planes al asegurar que su coste la hace“inasumible”, por lo que los jerezanos tendrán que conformarse con el “espíritu” de la Ciudad del Flamenco que llegue desde la Nave del Aceite o el propio barrio de Santiago.
Detrás de este documento de trabajo hay muchos objetivos de los que subyace una necesidad imperiosa de obtener financiación de las administraciones públicas, de fondos europeos y de carácter privado. La lista es generosa y los males contra los que actuar también. ¿Qué pretende el nuevo Ayuntamiento?La alcaldesa, precedida del delegado de Patrimonio, Francisco Camas, antepuso la conversión del centro histórico en motor de desarrollo de la ciudad, aprovechando su potencial urbanístico, patrimonial y cultural. Un propósito que puede resultar utópico ante las ruinas que presenta este enclave, de ahí la necesidad de “frenar” el deterioro más que evidente del patrimonio arquitectónico y del espacio público. “Es hora de parar como mínimo este deterioro”,aseguró Camas al inicio de su intervención ante organizaciones empresariales, comerciantes, colectivos vecinales y agentes sociales presentes a los que pidió cooperación. Por tanto, lo primero es “empezar a crear las condiciones” para “cambiar” el panorama desolador que ofrece “desde hace décadas” el centro histórico.
La regeneración del grado de habitabilidad de la zona, mejorando las condiciones urbanísticas y la calidad residencial y favorecer el flujo de visitantes mediante actividades culturales es otra de la finalidad de este plan director, para lo que pretenden favorecer la rehabilitación de viviendas destinadas a segmentos claves de población susceptibles de instalarse en el centro histórico. “Me consta que hay mucha gente mayor que vive en la periferia y que tiene intención de instalarse en el centro”, precisó Sánchez, que subrayó la importancia de reforzar la seguridad ciudadana e impulsar el flujo de visitantes a edificios claves como el Palacio Riquelme, donde pretenden ubicar un centro de divulgación por su ubicación estratégica, y todo el atractivo de su entorno.
No obstante, tanto ella como Camas insistieron también en la imperiosa necesidad de cambiar la percepción negativa, y dar un vuelco, hablando “en positivo” y poniendo en valor las potencialidades de la zona. A partir de esta declaración de intenciones de un ambicioso proyecto del que aún se escapan plazos de ejecución y que, a priori, presenta pocas novedades en cuanto a otros planes de regeneración de otras etapas, lo máximo que concretó el Gobierno local fueron sus planes para los Claustros, el Alcázar, Santiago, San Miguel y la Plaza Belén, “el primer peldaño” del Plan Director, y que pretende convertir en un espacio de convivencia vecinal en torno al flamenco, aunque sin Ciudad del Flamenco, contando con apoyos arquitectónicos como el Palacio Ponce de León, la Nave del Aceite o el Zoco de Artesanos, lo que permitirá también a estos últimos salir de su aislamiento.
La reurbanización de este espacio tan castigado y unido irremediablemente a lo que pudo ser y no fue se haría “aprovechando sus desniveles” para crear distintos ambientes, espacios para estancias, auditorios al aire libre, zona de arbolados,esculturas y posibles ubicaciones de temas culturales. Así pudo apreciarse en el breve video que el Ayuntamiento difundió para despedir el acto, donde sobresalían los colores de los distintos pavimentos, lo cual no pasó desapercibido por los vecinos. Esta actuación conllevaría también la reurbanización de las calles perimetrales a Belén (San Honorio, Luis de Isasi y Doctor Lillo) y recuperar la comunicación entre Luis de Isasi y continuación de calle Barranco, donde también hay planes para ofertar una promoción de viviendas rehabilitando las actuales.
Pese a no estar dentro del recinto de la muralla, Mamen Sánchez situó la revitalización de Santiago y San Miguel en el mismo nivel poniendo a disposición de los vecinos equipamientos municipales como la antigua residencia de San Miguel, antigua Escuela de Idiomas y haciendo lo propio en San Miguel con el Palacio Villapanés, cuyas posibilidades están aún por estudiar y otros inmuebles sin utilizar. Sánchez sabe que “el reto no es fácil”pero es optimista. “Creemos en esto”, advierte, apoyándose en el “potencial” y la “materia prima” del centro histórico. ¿Creerán los inversores y las administraciones?
Los vecinos del centro históricoo vivieron la presentación del Plan Director del Centro Histórico “como una peli de ciencia-ficción”. En estos términos se manifestó el presidente de la asociación vecinal del Centro Histórico, Alejandro González, que echó de menos “plazos” por parte del Gobierno local, que a lo máximo que acertó a concretar fue que las obras de la Plaza Belén podrían empezar “en unos meses”. “No es la primera vez que nos hacen esta propuesta (dijo en alusión a la presentación), queremos que esa prioridad se concrete en plazos”, apuntó González, que ve en esta postura una “trampa” cada vez más común entre las administraciones. “Dicen que van a hacer cosas pero no dan plazos. A nosotros nos han hecho perder la ilusión y la confianza”, indicó el representante de los vecinos después de que el anterior Gobierno no llegara a tocar la batería de proyectos comprometidos en su plan de actuación con el dinero del canon del agua. Tampoco le gustó a esta asociación que la alcaldesa equipare la “prioridad” de intervención en el Jerez Intramuros con Santiago y San Miguel. “¿Qué problema de repoblación tienen esos barrios?”, dijo.
LAS CLAVES DEL PROYECTO
Impulsar el flujo de visitantes y de rutas
El Plan Director propone dentro de sus estrategias el impulso del flujo de visitantes a edificios privados de gran potencial turístico y de atracción a ciudadanos como son bodegas, casas palacios históricos o edificios religiosos.
Mejorar la capacidad residencial
El documento plantea la rehabilitación y la construcción de viviendas de singularidad arquitectónica, favoreciendo a los residentes con programas de rehabilitación para recuperar habitantes y atraer a jóvenes.
Cazar financiación pública y privada
Los fondos europeos del Plan Urban, las administraciones públicas, los agentes privados...el Ayuntamiento contempla todas las vías y no se cierra a sugerencias de colectivos y partidos.
Regeneración física y social de la zona urbana
El Plan Director establece también nuevos criterios de diseño y urbanización del viario y los espacios públicos, así como la mejora de la movilidad con circulación de bicis y linea de microbús.
