Según explicó el primer edil “ningún representante municipal, ni tan siquiera las fuerzas del orden, tenían conocimiento de que se iba a celebrar el sorteo. Ni si quiera la oficina de rehabilitación del casco, que había tramitado las solicitudes de los demandantes tenía conocimiento de la celebración del acto, por lo que ni siquiera se informó a los demandantes del mismo, lo que sería una explicación de que no hubiera muchos solicitantes, cuando en otros sorteos suele acudir casi el total de los demandantes”.
“El descontento de los vecinos que sí asistieron y que no lograron una vivienda, y que les ha hecho crear una plataforma, son las que entienden deficiencias en el proceso del sorteo. Así, los vecinos mostraron su indignación porque en ningún momento tuvieron conocimiento de que las papeletas con su número estuviera realmente en el interior del bombo. El que los números estuvieran escritos en papeles, el bombo fuera una simple caja de cartón y que encima se cayera al suelo derramando su contenido, son motivo de críticas”, señaló el alcalde.
Además, Palma indicó que “algunos de los vecinos relatan que una vez finalizado el proceso pidieron a los funcionarios de la Junta comprobar si su número se había quedado dentro, a lo que éstos se negaron, por lo que los ciudadanos se han mostrado su incredulidad de que, aunque había 600 solicitudes para 25 viviendas, 20 de ellas hayan ido a parar a ciudadanos magrebíes, lo que consideran que es mucha casualidad”.
El alcalde se comprometió con los vecinos a tomar contacto con la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) “a fin de que explique los motivos de la ausencia de representantes municipales y el proceso de selección”.
