La iglesia de San Juan de los Caballeros estrenó ayer la recuperación de la popularmente conocida como capilla de la Jura, así como de la sacristía y la antesacristía, unas estancias que permiten acercarse a la verdadera dimensión histórica y artística de uno de los templos más antiguos y significativos de la ciudad.
Para ello han sido necesarios más de dos años de trabajo, sustentados en un convenio suscrito por la Hermandad de la Vera Cruz y el Ayuntamiento de Jerez que ha logrado devolver el esplendor perdido a este conjunto. Valga recordar, sin ir más lejos, que la capilla de la Jura se encontraba prácticamente abandonada desde hacía “más de 180 años”, tal y como se encargó de recordar el hermano mayor de la Hermandad de la Vera Cruz, José Ignacio Soto.
La leyenda ha situado entre sus muros una reunión en la que los caballeros jerezanos juraron lealtad al rey Sancho IV ante el asedio musulmán de 1285, un hecho que difícilmente pudo tener a esta capilla como escenario por cuanto se estima que su construcción no pudo ser anterior al siglo XV. Lo que nadie pone en cuestión es el valor patrimonial de una capilla enmarcada en el gótico tardío.
También es notable la riqueza de la sacristía, igualmente restaurada, una capilla funeraria construida a instancias de Ínigo López de Carrizosa y en la que se estima pudo ser enterrado a principios del siglo XVI.
Los trabajos han sido supervisados por el arquitecto municipal Manuel Barroso, y dirigidos por los también arquitectos Francisco Pinto y José María Guerrero; habiéndose ocupado Gregorio Manuel Pola de los estudios arqueológicos. En la restauración de la capilla de la Jura ha participado igualmente Agustín Pina.
El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, destacó la implicación de los católicos en la conservación del patrimonio histórico, poniendo como ejemplos los casos de San Mateo, Santiago y este más reciente de San Juan de los Caballeros. Monseñor Mazuelos agradeció además la colaboración del Ayuntamiento y la implicación de la Hermandad de la Vera Cruz, que venía reivindicando desde hace muchos años la rehabilitación de estas capillas.
Por su parte, el teniente de alcaldesa de Urbanismo, Dinamización Cultural, Patrimonio y Seguridad, Francisco Camas, admitió sentir “emoción” ante el hecho de que la ciudad “sea capaz de sacar su historia a relucir”. “Culminar un proyecto de estas características cuesta muchísimo trabajo. Las hermandades hacen una gran labor, y los técnicos también. Tenemos un capital tremendo de gente voluntaria y abnegada. A veces no somos capaces de unirnos y ese es un gran objetivo que tengo cada día presente”, explicó.
