Dicho acto, al que asistieron, además de las autoridades, familiares de la homenajeada, allegados y gran número de ciudadanos, consistió en dar el nombre de esta vecina de Palmones al parque infantil ubicado en la Plaza del Mar de esta población y el descubrimiento de una placa conmemorativa del emotivo evento, al que puso música la banda municipal.
En la placa podía leerse el siguiente texto: Para ti, Leo, la niña que siempre fuiste. El recuerdo de tu excepcional persona es tan preciado que debe permanecer a través del tiempo. Con nuestro cariño, tu pueblo. Junta Municipal de Distrito de Palmones, año 2009.
La primera edil expresó públicamente la emoción sentida y la satisfacción por ver hecho realidad el homenaje a una persona a la que también conoció y de la que guarda un grato recuerdo, por la alegría y el gracejo que la caracterizaban. Por su parte, Pilar Olivares hizo referencia a la especial amistad que le unió a Leonor y la huella que ha dejado en el corazón de todos los palmoneños.
Celebración
Por otra parte, en la jornada del pasado jueves se celebró la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la gente de la mar. Se repite con sus singularidades en muchos rincones del litoral andaluz y de levante y no faltó en la aldea de Palmones.
“El día de la Virgen es el más importante para los palmoneños”, como bien decía el jueves la misma presidenta de la junta municipal de distrito de esta población, Pilar Olivares, y se festeja con “la intensidad, el sentimiento y la emoción que la ocasión requiere”.
Adultos y pequeños, mayores y jóvenes participaron en esta fiesta religiosa y popular, que une y estrecha lazos de identidad entre la gente del lugar y sus proximidades y atrajo la atención de muchos visitantes.
La patrona de Palmones, Nuestra Señora del Carmen, fue sacada un año más de su templo, en una ceremonia que contó con la presencia de la primera autoridad municipal de Los Barrios, Ángeles Ariza, y embarcada a orillas del río, rumbo a su desembocadura y a aguas de playa, en la bahía, con una comitiva de botes engalanados que la acompañaban y desde los que se le gritaban vivas y se le cantaban salves, como manda la tradición.
Desde la playa, y en otro desfile procesional, ya por tierra, la Virgen fue devuelta a la parroquia de la Pura y Limpia Concepción, a hombros de sus costaleros, y en compañía de autoridades locales, representantes de las hermandades y cofradías de todo el municipio barreño y, sobre todo, una multitud de feligreses, después de un recorrido por calles de la aldea que terminó con una ruidosa, luminosa y brillante función de fuegos artificiales.
