Estos resultados se enmarcan en un “programa pionero de investigación”, que se lleva a cabo desde marzo con el objetivo de conocer la biología y conservación de esta rapaz, catalogada a nivel europeo como vulnerable y en España como insuficientemente conocida.
Gracias al trabajo de campo realizado por el equipo técnico de Migres, se han marcado un total de 17 pollos con anilla metálica y de lectura a larga distancia. Igualmente, cuatro pollos de culebrera han sido equipados con un transmisor satélite con objeto de conocer en todo momento su localización exacta. De este modo se podrá determinar cuándo realizan sus primeros vuelos, la finalización el periodo de dependencia, calcular el tamaño de las áreas de campeo, ampliar el conocimiento de sus rutas migratorias y caracterizar las zonas de invernada en el continente africano.
Además de este proyecto, la Fundación Migres también ha realizado el seguimiento de la migración primaveral del águila culebrera, que comienza en el mes de febrero, cuando empiezan a llegar a Europa procedentes de África. Durante los meses de agosto y septiembre, una vez finalizada la época de cría, el Programa Migres estudiará el paso migratorio de regreso a sus zonas de invernada.
Con los mismos objetivos y con la colaboración de la Red Andaluza de Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de la Consejería de Medio Ambiente, el pasado mes de febrero los técnicos de Migres dotaron a un ejemplar de águila culebrera, nacido en 2008, con un transmisor satélite. Este ejemplar de águila culebrera ingresó en el CREA del Puerto de Santa María en octubre de 2008 tras colisionar con un aerogenerador en un parque eólico y sufrir heridas de las que se recuperó.