Bondad y Misericordia y El Soberano Poder han empezado ya a trabajar en sus futuras sedes, que se levantarán en las parcelas cedidas por el Ayuntamiento en base a una permuta de suelos con el Obispado.
En ambos casos la ejecución de estos proyectos se ha convertido en objetivo prioritario para estas cofradías, que carecen ahora del espacio necesario para el desarrollo de su actividad.
Bondad y Misericordia aprobó el proyecto de construcción del salón de pasos y almacenamiento de enseres en un cabildo extraordinario celebrado este pasado jueves.
Con el proyecto ya en la mano la idea es que las obras puedan comenzar “como muy tarde” en septiembre, aunque para ello antes será necesario obtener la preceptiva licencia municipal.
La primera fase de las obras contará con un plazo de ejecución de seis meses, el tiempo suficiente para levantar una estructura que permita que la cofradía salga de allí la próxima Semana Santa y no deba trasladarse a la iglesia de la Victoria.
A partir de ahí, el hermano mayor, David García, avanza que la intención de la hermandad no es otra que la de “hacer todo lo que se pueda” en estos seis meses para que la sede esté lo más digna posible de cara a esa histórica salida.
Antes de que se inicien los trabajos será necesario también firmar el correspondiente préstamo bancario que hará posible que la cofradía pueda ir haciendo frente al coste de la obra.
Un primer paso necesario
La Hermandad del Soberano Poder desconoce aún cuándo podrá empezar a desarrollar su proyecto, si bien este viernes ya se ha realizado el estudio geotécnico del terreno, situado frente a la parroquia de La Granja.
“Aunque todavía hay muchos pasos que dar, nos recomendaron hacer ese estudio para conocer el subsuelo, que es algo que hay que tener en cuestión de cimentación”, explica Inmaculada Vadillo, hermana mayor de la cofradía del Miércoles Santo.
En paralelo se están teniendo conversaciones con Urbanismo para conocer todo el recorrido legal que requiere una obra de estas características y para este mismo lunes se ha previsto un encuentro con la alcaldesa, Mamen Sánchez.
El objetivo de la hermandad no es otro que levantar una estructura que le sirva como almacén y salón de pasos, ya que en la actualidad está soportando el alquiler mensual de una nave.
Una vez con el estudio geotécnico del suelo será posible redactar un proyecto de obras con su correspondiente presupuesto, que será elevado para su aprobación al cabildo de hermanos.
Inmaculada Vadillo entiende que una vez comiencen las obras será posible que esa estructura esté lista “en cinco o seis meses”, un plazo similar al que baraja la Hermandad de Bondad y Misericordia.
La Hermandad del Consuelo es la tercera que se encuentra pendiente de levantar su sede, si bien en este caso los cofrades del Pelirón se han encontrado con el problema de que por ahora no pueden trasladarse a la parroquia de las Viñas al encontrarse cerrada al culto por obras.