Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía se personaron en la jornada de este pasado domingo en un inmueble de la calle Arcos después de que un vecino hubiera denunciado haber sido víctima de un robo en el interior de su propio domicilio.
Sin embargo, lo más llamativo de este suceso es que el robo habría sido presuntamente perpetrado por un individuo que ocupa de manera irregular una vivienda anexa.
Según los vecinos, en primera instancia esa persona accedió al inmueble en régimen de alquiler, para pocos meses después argumentar que no podía hacer frente a los pagos mensuales de la renta y devolver las llaves al legítimo propietario de la vivienda.
El problema vino cuando ese propietario trató de acceder a su propio inmueble para verificar su estado, no pudiendo alcanzar su propósito dado que previamente se había cambiado la cerradura.
A partir de ahí, el anterior arrendatario pasó a ocupar la vivienda de manera irregular.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de estos vecinos es el suceso ocurrido este pasado fin de semana, al haberse producido ese robo en uno de los inmuebles anexos.
El presunto autor de los hechos habría accedido a esa vivienda por la puerta trasera tras franquear un muro de apenas 60 centímetros de altura.
Los vecinos de la finca se sienten ahora indefensos y confían en que el trabajo policial permita normalizar la situación que están viviendo.
“Este señor ya no es sólo un okupa, sino que además es un delincuente, porque le ha robado a uno de los vecinos”, advertía uno de los testigos de estos hechos.
En este caso en particular la resolución del caso no es tan sencilla, toda vez que al estar la vivienda ocupada de manera irregular por esta persona parece necesario emprender un procedimiento judicial y obtener un mandamiento para acceder al interior.
