Ha sido una gran alegría para todos los ciudadanos y más en tiempos de pandemia, la reapertura del Hospital Militar, el pasado año 2021. A la salida de este acto saludé al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno y a su consejero de sanidad, Jesús Aguirre. Tras la reapertura del hospital, me indicaron ambos, el mantenimiento de su nombre “Vigil de Quiñones”.
Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro, Nacido en Marbella el 1 de enero de 1862. Licenciado en medicina y cirugía en la facultad de Granada, el 3 de abril 1886, ejerce como médico rural en el Valle de Lecrin (Alpujarra granadina) durante 11 años.
En 1897 parte a Manila (Filipinas) y luego es destinado a Baler, donde vivirá con 55 hombres el mayor asedio en la historia militar, durante 337 días, del que sobrevivieron 33 hombres. Hombre de gran valentía, durante el asedio, el 13 de octubre de 1898, fue herido de bala, y se opero a si mismo con un espejo.Más tarde sufrió como muchos de los sitiados el Beri-beri y encontrando el mismo, el remedio a esta Avitaminosis. Sin desfallecer, enfermo incluso, no dejó de ejercer su vocación principal, salvar vidas y cuidar a sus compañeros enfermos. ¡Ah! Se me olvidaba, con ese gran corazón cristiano que le caracterizaba, también pasaba a curar a los enfermos tagalos.
Tras la capitulación, son repatriados a España, llegan a Barcelona el 1 de septiembre de 1889. Todos los compañeros supervivientes, hablaban maravillas del médico Vigil, y como ejemplo, el teniente del destacamento, Martín Cerezo dijo de el: “Vigil a todos se prestaba y a todas partes acudía voluntariamente, dando ejemplo de abnegación y resistencia”
Tras pasar por la academia militar, su primer destino fue el Hospital Militar de Sevilla. Luego pasó por Tenerife, Pamplona, Barcelona y desde aquí en 1909 a Melilla.
En 1910 contrae matrimonio con mi abuela Purificación Alonso Ruiz, en la parroquia de Santa Cruz en Sevilla y su fruto, 6 hijos.
En Sevilla tuvo distintos destinos, entre ellos los regimientos “Soria nº9” y “Alfonso XII”, participando en la guerra de Marruecos, donde cayó gravemente enfermo y fue trasladado a Cádiz.Tras recuperarse vuelve a Larache.
Asciende a comandante en 1918 y vuelve a Sevilla, donde desempeña distintos cargos hasta ser nombrado director del Hospital Militar.
En 1919 vuelve a la guerra de África, al pedirle una permuta su compañero Bravo-Ferrer.Pasando al Hospital Militar Docker, de Melilla en 1920,donde nace nuestra madre Purificación, su hija menor. En 1921 fue nombrado director del Hospital Militar de Dar-Driss, en plena Guerra del RIF. Se retira en 1926 y fallece cristianamente en Cádiz el 7 de febrero de 1934.
Que no se mantenga su nombre en nuestro Hospital Militar de Sevilla, sería una nueva injusticia con este medico y militar.
Tras el sitio de Baler, un tribunal militar le denegó la concesión, de la más que merecida condecoración para el y sus hombres, la Laureada de San Fernando.
No olvidemos resaltar que su ejercicio de la medicina se realizó en 3 continentes, Europa, Asia y África.
Por todo ello y más cosas que podría contar, mantengamos su nombre, el de nuestro abuelo materno, por su gran labor médica, abnegada y su amor a España “Vigil de Quiñones”. n