El Málaga vive en un estado de zozobra constante que se va acrecentando con la mala racha de resultados. En eso, precisamente, se basan los directivos del Málaga, el administrador y el director deportivo, para valorar seriamente el cese del entrenador. Pepe Mel está condenado a una salida y todo dependerá de lo que hayan hablado ambas partes y, en principio, de lo que suceda este domingo tras el Sporting-Málaga.
Huele a ultimatum, como sucedió ya con Pablo Guede, cuya última bala se gastó en aquel 3-1 en Tenerife que fue su estaca final. Los 18 puntos en 18 partidos no respaldan al eslabón más débil, que es siempre el director técnico. Sus declaraciones y expresiones cabizbajas tras el empate a uno contra el Burgos el pasado sábado evidencian que es el primero que sabe “lo que hay en el fútbol, porque esto funciona así”. Si no hay resultados, acabas diciendo adiós.
Por el momento, la información adelantada por Málaga Hoy y corroborada por este periódico se mantiene: se busca un sustituto para Pepe Mel . El nombre con más fuerza es el regreso de Sergio Pellicer, artífice de la última temporada decente del Málaga, cuando logró dos salvaciones matemáticas y con una plantilla con solo 18 fichas profesionales.
De momento, el técnico malaguista ha dirigido el último entrenamiento y se ha reunido con la directiva para conocer de primera mano la situación. El director deportivo, Manolo Gaspar, estuvo en el entreno, como suele ser habitual, y desde el club quieren transmitir tranquilidad en mitad de la tormenta. Lo cierto es que destituir a Mel implicaría empezar de cero a falta de 18 jornadas y tras cuatro entrenadores en tan solo un año. Algunos lo ven necesario, otros muchos no comprenderían esta decisión justo ahora.
¿Se esperara a Gijón o habrá sorpresa antes de tiempo? Más lo primero que lo segundo. ¿En caso de destitución... vendrá Pellicer u otro nombre saldrá a la palestra? Muchas preguntas, pero por el momento, Mel continúa... aunque en este club todo es susceptible de cambiar.