El actor malagueño Antonio Banderas ha manifestado que "pase lo que pase" con la casa de La Gaviota que tiene en Marbella, "aunque vinieran y me la quemaran", no acudiría a los medios de comunicación para lamentarse por ello ni hacer declaraciones que pudieran dañar a su tierra.
En una rueda de prensa en Sevilla tras ser galardonado con el título de Hijo Predilecto de Andalucía, ha asegurado que, especialmente teniendo este reconocimiento o el de Hijo Predilecto de Málaga, no acudirá a los medios a realizar declaraciones que pudieran dañar la imagen internacional de la Costa del Sol al asociarla con "inseguridad jurídica".
De este modo, ha indicado que "me gustaría encontrar a alguien que me hablara de la supuesta pelea que hemos tenido la alcaldesa de Marbella y yo", cuando realmente el actor se encontraba en Los Ángeles.
Asimismo, ha señalado que el Ayuntamiento marbellí le solicitó permiso para la utilización de unos 20 metros cuadrados de su jardín para la construcción del paseo marítimo, algo que "no tiene nada que ver" con el proceso abierto después de la aprobación del PGOU por el que le "pedían 1.200 metros de la parcela" y que el actor ha apelado, pendiente de que la justicia dictamine.
El actor también ha confesado en la rueda de prensa que recibir el título de Hijo Predilecto de Andalucía ha sido "un subidón de ego" pero también siente "responsabilidad" y "un poco de miedo" por lo que supone llevar el nombre de la comunidad.
Además, ha afirmado que para él pronunciar el discurso en nombre de los premiados era "muy difícil, o como se suele decir vulgarmente, un marrón"; pero que ha disfrutado indagando en la trayectoria de los galardonados y que, especialmente en el caso de Manuel José García Caparrós, el joven asesinado en Málaga durante la manifestación del 4 de diciembre de 1977 a manos de un policía, las palabras "fluyeron de manera natural".