Poco ha aclarado la nueva sesión de la comisión de investigación sobre el proyecto de Art Natura, en la que tampoco hoy ha comparecido el exsecretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, el “muñidor” de la llegada del museo a a ciudad, por el que Málaga pagó unos 28 millones de euros sin que llegara a abrir sus puertas.
El que fue delegado de Cultura y hoy subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, no supo explicar porqué el Ayuntamiento pagó hoteles de cinco estrellas gran lujo o suntuosas comidas a la agencia empresarial encargada de montar el museo, los 420.000 euros pagados a siete empresas propiedad de personas del entorno de Royal Collection. Todo a cuenta del canon municipal de 1,2 millones anuales que abonaba el Ayuntamiento.
Briones ha asegurado que los hoteles o comidas eran dietas de desplazamiento y que sus beneficiarios “no son funcionarios públicos”, por lo que no estaban sujetos a la contención de gastos. Sobre el resto de facturas aseguró que las empresas tenían que ver con la “producción” del museo, que correspondía a los técnicos justificarlas, que todas ellas venían autorizadas por el equipo económico en Cultura y “la intervención no devolvió ningún gasto”.
El hoy subdelegado tampoco supo explicar porqué se mantuvo la oferta de 140 puestos de trabajo para el museo en 2010, a la que se presentaron 59.000 solicitudes cuando a finales de ese año el promotor, Fulgencio Alcaraz, comunicó que resolvía el contrato con el Ayuntamiento. Briones fue el encargado de pagar la publicidad de la oferta seis meses antes de las elecciones municipales.
El hoy subdelegado, que en un acta interna llegó a declarar que no se comunicara la no apertura del museo para “no cabrear” a los solicitantes de empleo, se ha defendido hoy diciendo que “no había ningún interés electoralista”, porque en esas fechas ya sabía que iba en las listas del PP y tampoco estaba afiliado al partido.
Miguel Briones tampoco creía necesario en 2007, meses antes de la primera fecha para abrir el museo, comprobar la colección de gemas que iban a formar parte del proyecto en Málaga. “Era inviable tener reunidas todas las piezas en una colección de estas características”, ha asegurado.