Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada a los robos en domicilios y a empresarios de alto poder adquisitivo tanto en Málaga como en los municipios de Torremolinos y Benalmádena. La detención de sus seis integrantes se produjo apenas unos minutos antes de que llevaran a cabo su siguiente golpe, frente al establecimiento que pretendían asaltar, frustrando así el último atraco planeado por los presuntos delincuentes.
El operativo se ha llevado a cabo con la práctica de tres registros que han permitido la recuperación, entre otros efectos, de joyas, dinero en efectivo y diversas armas prohibidas, según ha informado la Policía Nacional a través de un comunicado.
Las investigaciones tuvieron su origen en la denuncia de un empresario que sufrió un robo en su vivienda en la localidad malagueña de Benalmádena.
Los autores habían entrado en su propiedad escalando el muro exterior y luego habían forzado una ventana, para finalmente acceder al domicilio y llevarse una caja fuerte con joyas, diamantes esmeraldas, dos relojes de lujo y dinero en efectivo.
La elección de la víctima y el alto nivel de conocimiento de los autores sobre la ubicación de las joyas en la vivienda llevaron a la Policía Nacional a sospechar que se trataba de un grupo organizado.
Tras meses de vigilancias y seguimientos los agentes descubrieron que se trataba de una organización, compuesta por ciudadanos españoles y rumanos, de modo que los primeros señalaban a los objetivos mientras que los segundos perpetraban los delitos.
La elección de las víctimas se hacía entre empresarios de las localidades de Torremolinos y Benalmádena así como de la capital malagueña de alto nivel adquisitivo, a los que vigilaban durante un tiempo para conocer sus rutinas, los días de recaudación y los objetos de valor que pudieran poseer en sus viviendas.
Con toda la información el grupo se reunía y decidían el mejor momento y lugar para el golpe, ya fuese en el domicilio o en sus negocios y no dudaban en hacer uso de la violencia.
La organización contaba además con otro miembro, también español, que actuaba de receptador de la mercancía robada, colocando en el mercado las joyas y los efectos que sustraían.
La culminación de la operación llevó a la detención de los tres ciudadanos rumanos, cuando esperaban en la puerta de un negocio en Málaga a que llegara el dueño a por la recaudación. La actuación de los agentes impidió que se llevara a cabo el atraco, frustrando así el último de los golpes planeado por la red.
Tras la detención de los primeros tres miembros, se arrestó también a los otros tres integrantes de la rama española. Además los agentes de Policía Nacional llevaron a cabo tres registros domiciliarios en Málaga, en los que se intervino gran cantidad de dinero en efectivo, numerosas joyas y diamantes, teléfonos móviles y varias armas prohibidas así como dos defensas extensibles y una pistola eléctrica camuflada en forma de linterna. Los detenidos ya han sido puestos a disposición judicial.