Unicaja cumplió el guión y ganó al Fiat Turín por 89-68 en la última jornada de la fase regular de la Eurocopa. Tras diversos ataques fallidos por parte de ambos conjuntos, el luminoso del Martín Carpena lo inauguró Carlos Delfino.
Reaccionó rápido el equipo local con un triple de Dragan Milosavljevic aunque el espectáculo lo puso Jamil Wilson con un mate. Intercambio de puntos entre Brian Roberts y Marco Cusin, mientras que Milosavljevic volvía a anotar desde el 6,75. Empató a 8 el equipo italiano con dos tiros libres mediado el periodo.
Le costó, pero a la tercera lo logró Giorgi Shermadini haciendo volar a los rivales, que tomaron aire en el marcador. Un parcial de 10-0 liderado por Jaime Fernández redujo la distancia poniendo de nuevo las tablas a 20. Fue el despertar de los tiradores locales que dieron el impulso para cerrar el cuarto con ventaja: 26-21.
Sasu Salin inició el cuarto como acabó el anterior: con un triple. Inyectó la tercera marcha Unicaja y controló el ritmo del partido, con tapones espectaculares de Mathias Lessort que levantaron a la afición.
Empezaron a asomar las lagunas de desconcentración entre los jugadores de Luis Casimiro, lo que provocó que el Fiat Turín no se descolgara, con Dallas Moore tirando del carro y logrando que su equipo se pusiera por delante (31-34, min. 15).
De uno en uno sumó Unicaja cuya defensa brillaba por su ausencia. Los tiros exteriores tampoco entraban y los italianos aumentaron la ventaja hasta los 10 puntos. Shermadini, con un 2+1, rompió la sequía anotadora y Dani Díez sumó de tres. No fue suficiente y, al descanso, el marcador reflejó, 41-47.
Marco Portannese inauguró el tercer cuarto desde la línea exterior y Lessort respondió a la siguiente jugada tras rebañar un rebote ofensivo. Comenzó la efectividad de Kyle Wiltjer desde la línea de tres y Unicaja voló para liderar el encuentro (59-54, minuto 25).
El rendimiento de Lessort se daba en ambas zonas: tapones, intimidación y un mate. Intercambio desde el 6,75 entre Adam Waczynski y Hobson para terminar el tercer periodo, desde la misma distancia, Carlos Suárez.
Con un resultado de 67-57 arrancaron los últimos diez minutos que enmarcaron un contraataque cajista de pizarra que culminó Salin. Sacó su fusil Waczynski para disparar certero desde la línea de tres. Unicaja defendía y se escapaba ante un impotente Fiat Turín, al que se le acaban las posesiones.
La magia de Fernández provocó que el himno cajista sobrevolara en el infierno verde. El triunfo se quedó en casa por 89 a 68.
