Un académico de la Universidad de Bristol ha logrado finalmente descifrar el código del "texto más misterioso del mundo", el manuscrito de Voynich, un reto para lingüistas y criptógrafos.
Este enigmático texto anónimo del siglo XV ha desconcertado a historiadores y criptógrafos desde su descubrimiento en el siglo XIX. La sucesión de fracasos en su traducción había convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica.
Aunque el propósito y el significado del manuscrito habían eludido a los académicos durante más de un siglo, Gerard Cheshire, investigador asociado, necesitó dos semanas, utilizando una combinación de pensamiento lateral e ingenio, para identificar el lenguaje y el sistema de redacción del famoso documento inescrutable.
En su artículo revisado por pares, 'El lenguaje y el sistema de escritura de MS408 (explicado por Voynich)', publicado en la revista 'Romance Studies', Cheshire describe cómo descifró con éxito el códice del manuscrito y, al mismo tiempo, reveló el único ejemplo conocido de lengua proto-romance.
"Experimenté una serie de momentos 'eureka' mientras descifraba el código, seguido de una sensación de incredulidad y emoción cuando me di cuenta de la magnitud del logro, tanto en términos de su importancia lingüística como de las revelaciones sobre el origen y el contenido del manuscrito", señala.
"Lo que revela es aún más sorprendente que los mitos y las fantasías que ha generado. Por ejemplo, el manuscrito fue compilado por monjas dominicas como una fuente de referencia para María de Castilla, reina de Aragón, tía abuela de Catalina de Aragón", añade.
Así, sostiene que "tampoco es exagerado decir que este trabajo representa uno de los desarrollos más importantes hasta la fecha en la lingüística romance", pues el manuscrito está escrito en proto-romance, ancestral de las lenguas romances de hoy en día como portugués, español, francés, italiano, rumano, catalán y gallego.
"El idioma utilizado era ubicuo en el Mediterráneo durante el periodo medieval, pero rara vez estaba escrito en documentos oficiales o importantes porque el latín era el idioma de la realeza, la iglesia y el gobierno. Como resultado, el proto-romance se perdió del registro hasta ahora", explica.
Cheshire explica en términos lingüísticos lo que hace que el manuscrito sea tan inusual: "Utiliza un lenguaje extinto. Su alfabeto es una combinación de símbolos desconocidos y más familiares. No incluye signos de puntuación dedicados, aunque algunas letras tienen variantes de símbolos para indicar puntuación o acentos fonéticos. Todas las letras están en minúsculas y hay sin dobles consonantes. Incluye diptongos, trivalentes, cuadrifongos e incluso quintifongos para la abreviatura de componentes fonéticos. También incluye algunas palabras y abreviaturas en latín".
El siguiente paso es utilizar este conocimiento para traducir todo el manuscrito y compilar un léxico, que Cheshire reconoce que llevará tiempo y financiación, ya que consta de más de 200 páginas.
"Ahora que el lenguaje y el sistema de escritura han sido explicados, las páginas del manuscrito han sido abiertas para que los académicos puedan explorar y revelar, por primera vez, su verdadero contenido lingüístico e informativo", dice.