Los políticos no aprenden. Salvo excepciones de dirigentes sensatos en peligro de excepción, la mayoría de administraciones públicas se arrogan de manera obscena las bajadas del desempleo y arrojan burdamente al adversario los incrementos del paro. Se ponen medallas cuando hay una favorable Encuesta de Población Activa cada trimestre o un paro registrado el día 3 de cada mes y ordenan a sus segundos salir a dar explicaciones absurdas ante la prensa cuando vienen mal dadas. Si los periodistas pillamos a los primeros espadas esos días incómodos, la respuesta ante una mala tendencia siempre será la excusa o el ventilador: el paro estructural, la herencia recibida o las políticas del gobierno que sea si es de un color político diferente al tuyo.
Este comportamiento caracterizaba habitualmente al PSOE y PP, según pilotaran tal o cual ejecutivo, y según vinieran las cifras con viento a favor o en contra. Con tan corto recorrido como el cambio del aire y el efecto boomerang que les dejaba sin argumentos a quienes presumieron mucho. Lo que es una novedad casi 4.0 es usar los datos del paro para armar un mantra falso que, por muchas veces repetido, no se convertirá en verdad, pero servirá para jalear a tu hinchada y de propaganda a la ciudadanía intoxicada con aluviones de datos, en ocasiones difícilmente interpretables.
Hay muchos ejemplos de este manoseo de los datos del paro con los que se construyen fakes que no aguantan la mínima prueba de comprobación. El último episodio ha sido con la EPA del último trimestre del año pasado con buenos registros para Andalucía que le han permitido presentar la mejor tasa de paro desde 2008. En estos tres meses, bajó el paro unas décimas más que en el conjunto del país, un hecho tan infrecuente que resaltó el Gobierno de la Junta de Andalucía, pero exagerando tanto hasta distorsionar la realidad. Llevamos meses o años, prácticamente toda la legislatura del gobierno del cambio, escuchando a PP y Cs pontificar que Andalucía es la locomotora de la recuperación económica en España y que lidera la creación de empleo del país. Y así volvió a ocurrir el pasado jueves cuando el presidente Moreno lo escribió en su cuenta de Twitter -le siguieron los consejeros Bendodo y Blanco-. Lo que olvidaron decir todos ellos es que el diferencial de paro entre Andalucía y España ha aumentado el último año porque mientras el paro bajó un 16% en el territorio nacional, en Andalucía un 9%, siete puntos menos.
