Mientras el mundo reza para que un gobernante ruso, con un apellido premonitorio de que nada bueno podía albergar su cabeza, no decida acabar su fracaso estratégico apretando aquel tan temido en los años 80, botón rojo; y cuando otra parte de la población padece de insomnio ante la duda de saber si Ortega Cano es un superhéroe de semen portentoso o un viejo achacoso y fanfarrón; en Barbate, nos preocupamos de lo que realmente debería ser importante para todos, proteger nuestro entorno y potenciar un desarrollo respetuoso con el Medio Ambiente, un respeto real y no mediatizado según las conveniencias de los bolsillos de determinados ecologistas o políticos.
El Festival Natura traerá durante este fin de semana a un sinfín de artistas, de esos que pocos conocen pero que su producción creativa es conocida por todo el planeta, en un proyecto que busca la preservación de nuestro entorno y de lo más identificativo de nuestra Historia, las Hazas de Suerte. En un momento muy necesario, cuando todos miramos con ansia que las nubes que nos cubren dejen caer esa agua que cada vez se hace más necesaria para nuestra economía y subsistencia. Un proyecto que se une al que ha emprendido la Universidad de Cádiz que pretende recuperar un producto autóctono y olvidado, como es la sal, y en el que están trabajando de manera intensa, codo a codo con nuestro Ayuntamiento.
Dos grandes proyectos de recuperación y protección del nuestro entorno y de nuestra Historia, pero de los que no sale nadie a felicitar, especialmente esos grupos de ecologistas que señalaban a este Gobierno de querer acabar con el Parque Natural, hablando de un proyecto que viene impuesto por la Junta y que en ningún caso ocupa terrenos de La Breña. No hay reconocimiento de esos habituales detractores del crecimiento de un pueblo sumido en el inmovilismo de su economía, solamente enriquecida por la promoción cultural y turística que se ve fortalecida por el clima y la ubicación natural de Barbate sostenida por la creatividad y producción artística de nuestros vecinos.
Pero lo que menos me gusta de todo esto es la falta de conciencia que a veces se muestra por parte de nuestros propios gobernantes, de la importancia que tiene actividades como las que se ponen en marcha en estos días. Apenas ha tenido repercusión en los medios, más allá de la hecha por la propia organización. Uno entra en las redes sociales y puede ver hasta aburrir a personas que han pasado por la política, pero no a los que están en política en estos mismos momentos. Es necesario que quien trabaja sepa poner en valor esa labor que se hace porque de no hacerlo, parece que ese esfuerzo no es tal y a veces somos tan insensatos que pensamos que detrás de un Cabo de Plata, la aparición de una nueva empresa como Ubago o del trabajo que se está haciendo por recuperar nuestro patrimonio y entorno natural, sólo hay gente de otros lugares o administraciones no locales. Espero que no tengamos que vernos como hoy se ve Europa, ante la falta de suministro de gas o aquí en España por la escasez de agua de lluvia, a aprender a valorar lo sale cuando se abre un grifo o se enciende el interruptor de la luz cuando no lo tengamos. Valoremos ya el trabajo que se hace y el que no se hace también, este en negativo, pero cuando hay una labor bien hecha mostrémosla porque otros empiezan a ver cuando salen del entorno habitual que no es fácil ni hacer un festival ni trabajar por el bien de todo un pueblo.
Aprendamos de lo que nos enseñará el Festival Natura y protejamos nuestro entorno, proyectando la concienciación de la que tanto echamos de menos en estos tiempos de locura bélica .
